Si eres amante de la cerveza, seguramente te lo has preguntado al menos una vez: ¿es posible hacer en casa esta bebida que produce tanta felicidad y placer? La respuesta es “sí”. Pero tampoco vamos a engañarte: conseguir los insumos, así como el proceso y todo lo que conlleva, no son precisamente lo más fácil.
Entrevistamos a Alfredo Villalobos, quien es maestro cervecero y cocreador, junto con Fernando Arroyo, de Cervecería Viceversa, para que nos contara a grandes rasgos cómo se produce esta bebida, y cómo podría hacerse en casa.
Lo que necesitas
En cuanto a ingredientes se refiere, necesitarás los cuatro básicos que requiere la cerveza en cualquier parte del mundo: malta, levadura, lúpulo y agua.
Ahora bien, hablando de instrumentos, Alfredo recomienda que tengas:
– Molino para malta.
– Báscula de gramos.
– Termómetro.
– Hidrómetro.
– Una o dos ollas grandes, dependiendo del método que utilicen en casa. Si se hacen 20 litros, se recomienda de 30 por el volumen extra de agua y para que al hervir enérgicamente el mosto no se desborde.
– Tino con hielo o serpentín para enfriar el mosto.
– Sanitizante.
– Fermentador con airlock.
– Algún método para limpiar botellas.
– Corcholatas o encorcholatador.
El procedimiento
Maceración
La malta tiene que molerse y meterse en agua con entre 65 y 67 grados centígrados, por al menos una hora. Esto es para hacer una especie de “té”, en el que las enzimas transformarán los almidones en azúcares fermentables.
Hervor
Una vez que haya pasado el tiempo estipulado y que la densidad del líquido sea la adecuada para la receta de cerveza que se va a preparar, debe recuperarse todo el líquido conseguido en el procedimiento. A este líquido se le llama mosto.
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En otra olla debes poner a hervir el mosto entre una hora y una hora y media. Ese es el momento en el que debe agregarse el lúpulo.
En este punto debes recordar lo siguiente: los lúpulos que quieras que aporten amargor deben agregarse al principio; de los que necesites más aromas van al final. También toma en cuenta que estos lúpulos deben irse agregando aproximadamente cada 15 minutos.
Enfriamiento
Llegado este momento debes volver a medir la densidad del líquido. Ésta debe ser mayor que al inicio, ya que se perdió volumen durante la ebullición. El líquido debe enfriarse inmediatamente; de preferencia, usando el serpentín que te recomendamos antes.
Si estás en la Ciudad de México, el agua salida de la ebullición debe estar aproximadamente a 93 grados centígrados. El reto es llevarla lo antes posible a cerca de 27 grados. Luego debes oxigenar el mosto para que la levadura tenga el oxígeno que necesita para reproducirse.
Fermentación
Una vez oxigenado el mosto, lo que debes hacer es agregar la levadura, ya sea seca o líquida –dependiendo de la receta–, para luego tapar el recipiente y esperar a que fermente.
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Esos son, a rasgos muy generales, los pasos básicos para poder hacer tu cerveza en casa. Recuerda que cada receta es específica y que debes respetar lo que te demande.
Según Alfredo Villalobos, para poder hacer todo esto debes invertir al menos 2 mil pesos en equipo, así como 800 en libros. El tiempo y la suerte serán factores externos que te también te ayudarán para poder hacer en casa una cerveza disfrutable.
Tal vez en este punto te sientas un poco abrumado por todo lo que implica hacer cerveza –lo cuál es bueno, porque ahora seguro valorarás mucho más la siguiente que te tomes–, pero no te desanimes. Todos los cerveceros artesanales empezaron como tú: con el deseo ferviente de lograrlo, incluso aunque el proceso pareciera complicado.