El queso feta es muy usado en Grecia, su nombre significa “queso blanco” y se elabora con cuajada de leche de oveja que es curada en salmuera. Tiene una textura blanda sin corteza, se desborona fácilmente y las pequeñas grietas y agujeros en su interior son muy características. De sabor salado y un poco agrio, este queso es muy representativo de la dieta mediterránea, por ejemplo en ensaladas, por ser bajo en calorías.
Origen del queso feta
Se dice que los humanos ya comíamos queso antes de que usáramos la escritura en la Antigüedad Clásica por civilizaciones como la griega. Debido a que se conserva en buen estado por mucho más tiempo que la leche, lo consumían en tiempos de escasez. El origen del queso feta se remonta al Imperio Bizantino, pero su nombre como tal se empieza a usar en el siglo XVIII.
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Normalmente son los campesinos quienes elaboran este queso, pero no solamente en Grecia, sino que también lo podemos encontrar en los Balcanes, Turquía y Dinamarca. El término “feta” es una Denominación de Origen Protegida desde el año 2005 refiriéndose al queso elaborado en Lesbos, Grecia continental. En Epiro, Macedonia, Isla de Lesbos y Peloponeso, lo preparan con leche de oveja y de cabra criadas de forma tradicional y alimentadas por pasto local.
Su preparación y efectos para la salud
Actualmente lo producen añadiendo leche de cabra y de vaca y gracias a la D.O. los quesos similares se llaman diferente, como “queso salado” o “estilo griego”. Como mencionamos anteriormente, el queso feta se produce mayoritariamente con leche de oveja, pero se puede agregar leche de cabra con un porcentaje inferior a 30%. Antes no era pasteurizado, pero actualmente y en su gran mayoría se le da un tratamiento térmico con ese fin.
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Se utilizan cultivos lácticos como los Streptococcus lactis y Streptococcus cremoris, luego se añaden los cuajos y sigue el proceso de trocear, reposar y desuerar. Esto resulta en una cuajada que después se moldea y se prensa para madurar en salmuera, lo cual le da el sabor salado. El queso feta es completamente natural, sin conservantes además de la salmuera y con probióticos que protegen contra infecciones y problemas digestivos.
Protege al sistema inmunológico, es rico en antioxidantes y vitaminas como la B12 riboflavina, vitamina K, B6, tiamina y niacina. Es fuente de minerales como sodio, calcio, fosforo, selenio, ácido fólico, ácido pantoténico, magnesio y hierro. Ayuda a evitar anemias, artritis y enfermedades oculares. Debido a que contiene menos calorías que otros quesos, es un gran aliado para dietas saludables, cuando usado con moderación.
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Usos del queso feta en la cocina
En la cocina el queso feta es consumido en ensaladas y como ingrediente principal de varios platillos griegos como empanadas de espinaca (spanakopita) y de queso (tirópita). También se utiliza en pizzas, tartaletas, pasteles, al grill con verduras, como aperitivo aromatizado con aceite de oliva o como relleno para pimientos o berenjenas. Lo podemos desmenuzar sobre una pechuga de pollo o mezclarlo con frutas frescas o con frutos secos y miel como postre.