La salazón es un método muy común para conservar muchos alimentos, entre ellos el bacalao. Consiste en cubrirlos con suficiente sal para que ésta penetre bien. La sal absorbe la humedad y produce una cierta deshidratación de los alimentos, evitando así el crecimiento de bacterias y microorganismos.
Salazón de bacalao, una técnica milenaria
La salazón del bacalao es una técnica milenaria que se inventó para conservar el pescado durante meses en los barcos vikingos.
Esto era y sigue siendo considerado como un súper alimento por todas sus propiedades nutricionales.
El pescado salado permitía que los navegantes no murieran de inanición en los duros inviernos durante sus largas travesías marítimas en donde difícilmente encontrarían otro tipo de comida debido a las bajas temperaturas.
Por otro lado, el proceso de salazón es una manera muy sustentable y saludable en cuanto a la conservación de alimentos.
La salazón hace que no sea necesario añadir químicos o aditivos que puedan ser perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
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Pasos para desalar el bacalao
The Norwegian Seafood Council, nos habló sobre los pasos necesarios para desalar este ingrediente y que esté listo para cocinarse.
Calidad y cantidad
Recuerda que hay dos factores que debes tener en cuenta, la cantidad y la calidad, que son muy importantes.
En cuanto a la cantidad, planifica correctamente las porciones que vas a servir a tus invitados. Por otro lado, la calidad es vital para conseguir un platillo exquisito.
Auténtico bacalao noruego
Algo imprescindible es que el pescado esté certificado como un auténtico bacalao noruego (realmente marca la diferencia en cuanto a la preparación y el sabor).
Desafortunadamente, hoy en día hay lugares que venden pescado que no es auténticamente noruego. Así que para asegurarte que esto no te suceda, al comprarlo identifícalo con el sello de “Seafood from Norway”.
Limpia la sal con agua
Los trozos de pescado están cubiertos de una gran cantidad de sal, por lo que se recomienda, antes de comenzar el proceso de desalado, limpiarlo bajo el agua corriente.
Esto lo puedes hacer frotando con los dedos la capa más externa de la sal del bacalao.
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Remoja el bacalao
Llena un recipiente con agua fría. Debe tener tres partes de agua por una de pescado. Introducir el bacalao en el recipiente y colocar el recipiente en el refrigerador.
Remoja el bacalao por segunda vez
Cuando el pescado haya estado en remojo durante 12 horas, retira el agua del recipiente.
Rellénalo con agua fresca y fría y vuelve a meterlo en el refrigerador durante otras 12 horas.
Recuerda que cambiar el agua y el tiempo de remojo son elementos muy importantes.
Repite el proceso de remojo dos veces más
Después de las primeras 24 horas, debes repetir el proceso dos veces más, en total cuatro cambios de agua separados por 12 horas.
De esta manera el bacalao estará en remojo un total de 72 horas o tres días. Ojo: si el bacalao es desmenuzado, las primeras 24 horas de remojo deben ser suficientes.
El bacalao debería estar listo
Una vez que hayas terminado con el proceso de desalado, el bacalao estará en perfectas condiciones para ser utilizado en la cocina y podrás disfrutar de su gran sabor.
Por último, puedes elegir múltiples recetas y variedades para cocinarlo, hay muchas y puedes encontrar inspiración de todo el mundo.
El bacalao a la vizcaína es un clásico que nunca falla pero siempre se puede explorar un poco y encontrar nuevas recetas según la ocasión y así sorprender a tus invitados.