Oaxaca siempre está rebosante de sabores, especialmente cuando se trata de la temporada de Guelaguetza. El restaurante Guzina Oaxaca, especializado en comida de dicho estado al sur de México, lanzó un menú temporal con platos inspirados en la fiesta más importante para los oaxaqueños.
¿Qué es la Guelaguetza?
Básicamente, es la fiesta mayor de Oaxaca. No obstante, el vocablo “guelaguetza” es zapoteco y engloba un significado profundo: consiste en la ayuda fraterna entre las personas, en favor de bienes mayores.
Es por eso que el término, extrapolado a un festejo cultural, toma tintes de absoluta diversidad y unión de las culturas que coexisten en las ocho regiones físicas y culturales en que se divide el estado.
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La ciudad de Oaxaca recibe, a finales de julio e inicios de agosto, a los famosos Lunes del Cerro, que son festivales de música y danza tradicional. Éstos se llevan a cabo en el Auditorio Guelaguetza (así como en sedes alternativas aledañas), y atraen a miles de visitantes locales y de todo el mundo.
Al mismo tiempo, la ciudad se llena de los sabores de todo el estado. Eso fue lo que el chef Carlos Galán, de Guzina Oaxaca, quiso traer a Polanco, de la CDMX.
¿En qué consiste el menú de Guzina Oaxaca?
El chef Galán cuenta que, en vez de hacer un plato por cada región, prefirió mezclar varias regiones de Oaxaca en cada uno de ellos.
El resultado: cuatro platos salados, un postre y una sugerencia de bebida típica del sur, que va perfecto con lo que sea que pidas del menú.
“Me gusta la idea de la fusión cultural en un plato, que es totalmente real en mi estado. Por eso es que van a encontrar en estas propuestas tintes de diferentes regiones que comparten técnicas e ingredientes”, asegura Galán.
Empieza con la empanada de amarillito serrano, que va rellena de hongos de la Sierra Norte, así como de rajitas de chile de agua. En ella se conjunta la tradición de los Valles, con lo mejor de los bosques que tiene contiguos, rumbo a la Costa.
Puedes seguir con la tostada costeña de tiritas de lisa del Istmo, que lleva mayonesa de chile chintextle de los Mixes, cebolla morada y cilantro.
Luego vienen las garnachas istmeñas, típicas de la región donde nació el propio Galán. El plato llega servido con cuatro de ellas, hechas con pato, col encurtida y queso istmeño.
El plato fuerte consiste en en un chuletón de cerdito, con chilacayota y un mole de chicatanas elaborado con chile chilhuacle rojo, traído directamente desde Cuicatlán, en la Cañada de Oaxaca.
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El postre es un tamal dulce de chocolate oaxaqueño, con crema de poleo y menguanitos de los Valles Centrales. La bebida que la casa recomienda para acompañar todos los tiempos del menú especial es, claro, mezcal, pero también un vaso de agua de horchata fría.
Si no puedes ir a Oaxaca, que Oaxaca llegue a ti a través de Guzina. Recuerda que el menú es especial, y que solo lo podrás conseguir hasta el 30 de julio. ¡Aún alcanzas a probarlo!