La revolución fue un conflicto armado que surgió a partir de un movimiento en 1910 para poder terminar con la dictadura del presidente Porfirio Díaz. Finalizó con la promulgación de la nueva constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en 1917, reconociendo así las garantías sociales y los derechos laborales.
Por: Pamela Trejo
Precariedad en la población campesina
La precariedad inundaba las casas de la mayoría de la población mexicana, actividades como la agricultura, pesca, ganadería o bien la minería, se basaban en un sistema feudal, dejando sin derechos laborales a todos aquellos trabajadores y campesinos; es por esto que hombres y mujeres decidieron levantarse en armas.
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¿Pero quiénes son las adelitas?
Las adelitas fueron las mexicanas que marcaron la historia del país. Dentro de este movimiento revolucionario existieron muchas anécdotas y recuerdos de las memorias de la Revolución que dieron vida a estas mujeres y que son parte de nuestra historia identitaria cultural. Las “adelitas” o también llamadas “soldaderas” son aquellas mujeres fieles que acompañaban, cuidaban y proveían de alimento a sus esposos los “Juanes”.
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Elena Poniatowska, en su libro “Las soldaderas”, menciona: “Sin ellas no hay Revolución Mexicana: ellas la mantuvieron viva y fecunda como la tierra”.
Valientes, fuertes y guerrilleras que vencían lo imposible, principalmente el hambre.
Las adelitas y su relación con la alimentación
Estas mujeres fueron ayudantes, enfermeras y cocineras. Eran chicas de complexión delgada que llevaban cargando en sus hombros el metate, ollas, comales y hasta piedras. Acarreaban el agua para saciar la sed de los soldados y hacían tortillas en el fogón para alimentar a sus familias y a los hombres hambrientos que con su paso dejaba la guerra.
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Ingredientes que usaban las adelitas
Los ingredientes en esta época eran básicos debido al abandono y escasos trabajadores en el campo, así que las adelitas se las tenían que ingeniar para crear platillos a base de quelites que iban encontrando en el camino, semillas y chiles que llevaban de reserva entre sus atuendos, así como legumbres, habas, lentejas o frijoles.
Es importante saber que también existieron platillos que se originaron a partir de esta época. Los burritos, cuenta la leyenda que surgieron a través de un vendedor de comida que agregó a la tortilla de harina arroz y frijoles; su medio de trasporte era un burro, es de aquí de dónde nace el nombre de “burritos”.
Y en el norte del país aparece la discada, un platillo que se dice, las adelitas con un buen ojo diseñaron a partir de los ingredientes que encontraban y los que tenían disposición, poniéndolos todos en un comal grande y sazonando con especias.
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Es así como la historia nos cuenta nuestras raíces, nuestras luchas y nuestros alimentos, siendo las mujeres las principales fundadoras de nuestra identidad alimentaria.
Cocinar siempre ha sido un acto político. ¿Conoces alguna receta que provenga de la revolución mexicana?
