Como muchos de los platillos de la cocina tradicional mexicana, la discada surgió a partir de la necesidad. Se trata de una preparación popular en la Comarca Lagunera de Coahuila y Durango que debe su nombre a los discos metálicos en donde se elabora.
Por: Andrea Vázquez Azpíroz
Se cree que el origen de la discada está en los discos de arado que se usan en los campos de cosecha. Una vez que estos discos se desgastaban y ya no eran útiles para el arado, se usaban para cocinar; como una especie de comal que sirviera para preparar los alimentos en el campo y poder consumirlos ahí mismo.
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Hoy ya existen discos cuya función es usarse para hacer la discada, pero originalmente, esta receta surgió para resolver la necesidad de comer en el campo.
Como todas las recetas tradicionales, cada familia tiene su propia manera de preparar la discada, sin embargo, en términos generales se trata de un guiso de carnes asadas que se come en tacos, ya sea en tortillas de harina o de maíz.
Generalmente se prepara con carne de res, tocino, jamón, chorizo y salchicha. Y se acompaña de verduras como cebolla, pimiento, jalapeño y jitomate. Algunas familias sazonan la discada con cerveza o clamato.
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Hoy, el consumo de la discada ya trascendió los campos de cultivo para volverse un platillo que también se disfruta en familia. Es común que se prepare los fines de semana y que se acompañe con cerveza y se ha convertido en una tradición para los habitantes de la Comarca Lagunera.
Como esta preparación, muchas más de nuestra cocina tradicional tienen su origen en las necesidades cotidianas.
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