La focaccia es un pan plano cubierto de hierbas y algunos vegetales, de amplio consumo en Italian. Al igual que la masa para pizza, la focaccia se compone de cinco ingredientes principales: harina, levadura, agua, aceite y sal; sin embargo, su presentación final es diferente porque no lleva salsa de tomate.
Por: Scarlette Trejo
La principal característica de la focaccia, es su versatilidad: lo mismo puede llevar aceite de oliva y sal gruesa, que hierbas aromáticas. En la actualidad, este delicioso pan se acompaña con cebolla, tomates cherry o flores comestibles. Incluso existen versiones de este pan con “arte comestible”.
Los expertos en la preparación de la focaccia recomiendan realizar incisiones con los dedos en la masa, así como barnizar generosamente con aceite de oliva. De esta manera, la transferencia del calor será mayor y se obtendrá un pan con un dorado uniforme, pero húmedo por dentro.
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La focaccia es considerada la antecesora de la pizza, no sólo por la similitud de los ingredientes en su masa base, sino por que además el uso extendido de ésta propició que el pan se hiciera cada vez más delgado. Esto derivó en la posibilidad de colocar otros ingredientes como salsa de tomate, quesos, aceitunas y albahaca, como la pizza de hoy en día.
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Origen milenario
Si bien la focaccia es considerada una creación nacida en Liguria, una región al noroeste de Italia, la historia cuenta que fueron los antiguos etruscos o los antiguos griegos quienes inventaron este pan. A América Latina llegó gracias a migrantes Italianos, quienes fueron adaptando la receta de acorde a los ingredientes que podían adecuar a la receta original. La focaccia se suele acompañar con quesos y vinos, pero también se utiliza en la elaboración de sándwiches o como acompañante de pastas y demás comida Italiana.