Denominado con un nombre peculiar, este antojito genera intriga cuando se conoce por primera vez. Las pellizcadas hacen todo el sentido del mundo cuando se tienen enfrente. Como aperitivo para calmar el hambre o como complemento de una comida, este platillo carga con buena parte de la esencia de la cocina mexicana.
Conocer y adentrarse en el universo de los antojitos mexicanos, permite encontrarnos con propuestas realmente interesantes. En esta ocasión, nos enfocaremos por completo en las pellizcadas. Reciben el nombre también de picadas, y se han ganado un lugar especial en el corazón de los mexicanos.
Por: Desiree Perea
Menos es más, así son las pellizcadas
Podemos agradecerle esta exquisita creación al estado de Veracruz. Su amplio legado culinario hoy nos permite disfrutar de antojitos como las pellizcadas. Podemos considerarla como un pariente lejano de los sopes, pero no son lo mismo. Esta versión es mucho menos gruesa y se mantiene lo más simple posible. Sí o sí se debe partir de una buena masa de maíz (usualmente se aprovecha el maíz blanco).
Se elaboran tortillas del tamaño de la palma de la mano, con un grosor similar al de una tortilla normal. A diferencia de otros antojitos, las pellizcadas se cocinan directamente sobre el comal, sin mucho aceite.

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Ahora, antes de adentrarnos en la forma, es importante hacer énfasis en los acompañantes de las pellizcadas. El propósito de esta preparación es dejar brillar por completo a la base de maíz. Una vez que salen del comal, se unta un poco de manteca y se cubre con un poco de salsa, cebolla y queso fresco. Ningún otro ingrediente es requerido; usualmente funciona para acompañar otros platillos durante el desayuno.
La destreza para preparar las pellizcadas debe ser perfecta. Lo ideal es darle forma a los bordes antes de que cada pieza termine su cocción. Para muchos, este es el paso más complicado; sin embargo, las cocineras tradicionales lo logran en segundos y sin mayores complicaciones. De esta manera, la tortilla clásica se convierte en un antojito formal.
Una pieza clave en el legado culinario de Veracruz
Este estado se mantiene como un destino favorito por algo más allá que su riqueza cultural. Veracruz es uno de los pocos lugares que presume una costa impresionante; si bien la cocina de mar es imperdible, los antojitos típicos también merecen nuestra atención. Las pellizcadas son uno de los alimentos que se encargan de darle vida a las calles.

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No cualquiera presume un dominio perfecto cuando se trata de preparar antojitos mexicanos. Como todo, mantienen cierto nivel de dificultad, pero los intentos valen la pena. A simple vista, las pellizcadas no presumen gran cosa, pero no debemos dejarnos engañar. Servir una buena versión no es sencillo; y al contrario, identificar una mala pieza se logra al instante.
Una vez más, la cocina mexicana demuestra que los platillos simples muchas veces son los más reconfortantes. Las pellizcadas son uno de los antojitos que están ligados directamente con recuerdos familiares; el simple aroma permite despertar emociones en cuestión de segundos. Aquí, los números no importan, únicamente debemos dedicarnos a disfrutar de esta joya gastronómica. Ya sea que las encuentres en la calle o desde la comodidad del hogar, las pellizcadas simplemente no fallan.