El pulpo a la gallega es uno de los platillos más icónicos de la gastronomía española, específicamente de Galicia. Este manjar marino se caracteriza por su simplicidad y sabor incomparable, siendo un referente en las celebraciones y ferias de la región. En esta nota, exploraremos en detalle la historia y receta tradicional del pulpo a la gallega. Un platillo que se mantiene vigente y que no olvida sus raíces.
Por: Desiree Perea
Pulpo a la gallega, la forma que ayudó a transportar el pulpo sin refrigeración
El pulpo ha sido un recurso alimenticio importante en la dieta gallega desde tiempos ancestrales. Los registros indican que la preparación de pulpo era común en las ferias de Galicia. El producto llegaba seco para su conservación. Ya en el lugar se cocinaba y sazonaba con aceite de oliva, sal y pimentón en polvo. La receta se mantiene fiel con el paso de los años, y esto lo ha convertido en un plato central en festividades.
Galicia es conocida por su costa rica en pescados y mariscos. El pulpo seco se mantenía como un producto de bajo costo, y para dar lugar a una preparación fácil y rápida, únicamente recurrieron a sazonar después de la cocción. Para acompañar al pulpo a la gallega, la guarnición por excelencia es la papa cocida. Esto permite suavizar la intensidad de las especias, así como el sabor característico del pulpo.
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Secretos que hacen toda la diferencia
Lograr un pulpo tierno y lleno de sabor puede parecer complicado, pero no es imposible. Este marisco es la estrella del plato, por lo que el punto de cocción, textura y hasta el color, son factores que pueden llevar o no al éxito.
- Elige un buen pulpo
La frescura de los productos del mar es clave en todas las recetas. Un pulpo fresco debe tener un olor suave y marino. Si no tienes acceso a la versión fresco, el pulpo congelado es también una excelente opción.
- Congelación y descongelación
La congelación ayuda a romper las fibras del pulpo, logrando una textura mucho más suave en el resultado final. Si lo compras fresco, congélalo durante al menos 24 horas antes de cocinar.
- Controla el tiempo de cocción
El pulpo necesita tiempo para cocinarse adecuadamente. No te apresures, ya que un pulpo mal cocido puede quedar gomoso y difícil de masticar. El tiempo ideal de cocción depende muchas veces del tamaño, pero generalmente requiere entre 35 y 45 minutos.
- Asustar el pulpo
Este método tradicional de sumergir el pulpo tres veces en agua hirviendo ayuda a que la piel del pulpo se mantenga intacta y proporciona una textura ideal.
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Evolución en la propuesta del pulpo a la gallega
Con el tiempo, el ingenio dentro de la escena culinario ha permitido innovar en la receta tradicional del pulpo a la gallega. Aunque la versión original no deja nada a la imaginación, también vale la pena reconocer las nuevas propuestas del plato. Aquí buscan la perfecta fusión entre ingredientes y técnicas modernas sin perder la esencia del sabor.
Por ejemplo, una de las versiones más populares en la actualidad es el pulpo a la parrilla. Después de cocer el pulpo, se termina a la brasa. Esto añade un sabor ahumado y una textura crujiente exterior. Otras versiones también optan por añadir aderezos ligeros para lograr un toque cremoso.
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Jugar con las especias también es cambio recurrente en la receta del pulpo a la gallega. Esta parte de la receta usualmente se modifica de acuerdo a gustos personales. Puede optarse por especias más dulces o bien, aquellas con notas picantes y ligeramente amargas.
El pulpo a la gallega es un plato que ha trascendido fronteras, cautivando a comensales de todo el mundo con su sencillez y sabor. Desde su origen en las ferias de Galicia hasta las mesas de restaurantes internacionales, el pulpo a la gallega se mantiene como un símbolo de la cocina española. Aunque la receta tradicional es simple, requiere dedicación y conocimiento perfecto para lograr la textura perfecta; pero una vez dominada, se convierte en una verdadera joya culinaria.