Ellas son mujeres que desde pequeñas se han formado entre fogones y ahora representan la cocina mexicana en el mundo, descubre más aquí.
Mujeres de barro, maíz y cacao, sus manos dan vida a la tradición nuestra tierra. Cocineras que desde pequeñas se han formado entre fogones y ahora representan la cocina mexicana en el mundo.
Por: Fernanda Hernández @ferhernandez_v y Raquel del Castillo @raquel_pastel
Pilar Cabrera
Esta cocinera oaxaqueña, atraída por la magia de los mercados, estudió ingeniería en alimentos y trabajó en el área de investigación y desarrollo de Herdez. En 1994, abrió junto con su familia el Café Galería La Olla, en donde muestra el respeto por los ingredientes. Actualmente, transmite su conocimiento en Casa de los Sabores, un proyecto que tiene más de siete años y la llevó a una nueva faceta de su vida: la docencia.
Benedicta Alejo
Es una cocinera tradicional michoacana que forma parte del movimiento de rescate de la cocina mexicana. Desde pequeña, esta purépecha ha estado entre los fogones y las labores del hogar. Cocinó para el Papa Benedicto xvi en 2012. Su mole de queso y sus corundas, entre otros guisos, han puesto en alto a la cocina michoacana alrededor del planeta.
Celia Florián
Tradición y sazón casera la caracterizan. Es una oaxaqueña que nos muestra la comida mexicana desde sus orígenes. En 1992, fundó su restaurante Las Quince Letras, el cual se enfoca en mostrar los productos de la región. Es colaboradora en el Conservatorio de Cocina Mexicana y vocera de Slow Food Oaxaca. Actualmente, comparte sus conocimientos con su hijo Alam Méndez en Pasillo de Humo, un restaurante que retoma los productos del mercado para prepararlos con técnicas de la cocina tradicional.
Nicolasa Hernández
Entre moles y pipianes, ella sigue con la tradición fa- miliar. Su cocina muestra la sazón que se adquiere de la experiencia. Tlaxcala representa amor y respeto por los ingredientes locales. Nicolasa ha participado en diferentes festivales y encuentros en donde reafirma la variedad de platillos de su tierra.
Te podría interesar: Tlaxcala. Territorio incansable de moles y maíces
Abigail Mendoza
Es una de las cocineras más importantes de nuestro país. Sus sabores han traspasado barreras y conquistado los paladares más exigentes. Su restaurante Tlamanali es considerado uno de los mejores del mundo, porque ahí muestra platillos con historia, como tlayudas, tamales, nicoatole, tejate, moles, y comidas de fiesta para el cuerpo y el alma.
Juana Amaya
De tierras oaxaqueñas Amaya es una mujer que impone en la cocina mexicana. Sus manos confirman el oficio que ha desarrollado por años y que ahora pasa a su hijo. Porque la cocina tradicional no solo es de las mujeres, lo que importa es el valor que se le da. Ella prepara pozol como nadie, sus manos menean la masa con cacao que da como resultado una bebida espumante digna de los dioses.
Eustodia González
Para encontrar a esta alegre señora de trenzas pintas hay que preguntar por doña China: es famosa por las empanadas que vende desde hace 20 años, hechas con las recetas de su mamá Asunción Ruíz. De sus cuatro hermanas, Eustodia es la única que continuó el oficio de cocinera. Para las fiestas del pueblo (del 15 al 20 de octubre, y el 15 de agosto: Día de Santa María Asunción), ella y las mujeres de su comunidad elaboran tamal de amarillo en hoja de milpa, así como el pozole con amarillo.
Juana Monterrubio Bonifacio
Se le puede encontrar en la parte media de la Sierra Norte, resguardada por La Malinche. Es mixe y su labor realizando tortillas de plátano con amarillo de frijol es destacable. No habla español, por lo cual se apoya de su única hija: Imelda. No conoció a su mamá, todo lo que sabe de cocina lo aprendió de su abuela desde los 12 años. Como cocinera tradicional ha participado en el Saber del Sabor y en el Primer encuentro de Cocineras Tradicionales de Oaxaca.