Muy difícil de pronunciar, pero muy delicioso en el paladar: el rahat lokum es un bocadillo que se vende de manera muy común en Turquía y data de hace 230 años, lo cual lo convierte en uno de los dulces más antiguos del mundo.
Por Pamela Trejo
¿Qué es el rahat lokum?
El rahat lokum es un dulce hecho a partir de una base de almidón y azúcar. Comúnmente se aromatiza con agua de rosas, azahar, limón o bergamota (cítrico muy parecido al limón).
La forma más usual de consumirlo es en forma de cubitos del tamaño de un bocado; estos cubitos los encontramos espolvoreados con azúcar glass o cremor tártaro. Esto último, para que los cubitos no se peguen entre sí, pues su consistencia es gelatinosa y pegajosa.
Irónicamente, cuando dichos dulces rozan tus labios, tienen una sensación muy tersa.
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La manera más usual de comer estas delicias dulces es acompañada de un café, por supuesto turco, pues la intensidad del sabor de la bebida disminuye al probar uno de estos cubos azucarados.
La palabra rahat lokum viene de la variante del árabe “rahat al-hulkum”, que quiere decir “satisfacción para la garganta” o bien (según la página de amigastronómicas), en turco otomano significa “pedacito de satisfacción”.
La historia
Se dice que estos pedacitos de satisfacción surgen a partir del capricho de un sultán. Éste era amante de los postres y sus recetas secretas, así que en uno de sus arrebatos decidió llamar a todos los confiteros del reino, para que pusieran manos a la obra en la creación de una nueva receta. De esta forma es que surge la leyenda del lokum.
Algo bueno para nosotros es que esta receta prevaleció hasta la fecha y podemos disfrutar de ese gran invento.
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En el año de 1776, según el Museo Nacional de las Culturas INAH, existió un gran confitero llamado Effendi de Bekir, quien viajó a de Anatolia a Estambul para emprender un negocio en donde tiempo después se popularizó este dulce, convirtiéndose en su producto estrella.
En aquel tiempo el rahat lokum servía como un detalle para regalar, se envolvía en pañuelos de encaje y generalmente los enamorados eran los que compraban estos bocadillos para así poder cortejar a las mujeres.
La última leyenda
Otra de las leyendas nos dice que en el siglo XIX un viajero británico que se dirigía a Estambul compró varias cajas de lokum, pues su sabor lo sedujo. Deseoso de que sus allegados probaran estos bocadillos, los envió al Reino Unido. En la actualidad, en los países occidentales se les conoce como turkish delight (delicia turca).
Si algo se te hace familiar al ver estos dulces es porque aparecieron en la película de Crónicas de Narnia, el león, la bruja y el ropero. Con estos dulces la bruja pudo obtener más información para lograr su cometido. Así de seductores son.