La memoria alimentaria es la base de nuestros platillos, de nuestras tradiciones alimentarias que sustenta los valores y prácticas del pasado y del presente en un fuerte eje cosmogónico de nuestra cocina.
Por Pamela Trejo.
En la actualidad el alimento no sólo sirve para nutrirnos, también integra un sistema cultural en el que convergen diferentes funciones como el lado religioso, ritual, costumbres sociales, nacionalismo y de memoria alimentaria. Esto último quiere decir que cocinamos con la memoria y buscamos los platillos (en muchas de las ocasiones) por este mismo sentido.
La memoria
La memoria en términos específicos tiene dos caminos principales según el filósofo Tódorov, la supresión, que es el olvido y la conservación.
Todos los días transitamos en estas dos líneas, por lo mismo es una memoria inacabada en dónde el pasado juega un papel importante para convertirse en el presente.
Existen dos maneras de entender la memoria, desde la memoria que tenemos exacta, escrita, tangible o bien la que tenemos en el subconsciente que puede llegar a tener cambios y no ser exacta, pero que los elementos principales están presentes.
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Memoria alimentaria colectiva
Con este telón de fondo aparece en nuestro panorama lo que se llama la memoria colectiva, que no tiene un pasado propio sino que se forja a través de la remembranza social y en este caso específico de la memoria alimentaria colectiva.
La identidad se basa entonces de las interacciones y la cocina es un conjunto de ellas, desde los sabores, los olores, los colores, las texturas y los sonidos que reconocemos y que crean en cada uno de nosotros un lenguaje especifico que esta presente.
Resignificamos las recetas que recordamos, sí, aquella receta que nuestra abuelita o abuelito, nuestra mamá y ellas/ellos, de las mismas personas que les enseñaron a cocinar. Este espacio entonces se convierte en un lugar de transformación, en dónde las recetas, la memoria alimentaria y colectiva juegan en la cocina, en las especias, en los ingredientes.
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Dentro de nuestra memoria alimentaria
Entendemos entonces desde este punto de vista y como se cuestiona Levi Strauss, ¿por qué comemos lo que comemos? ¿Por qué ciertos platillos van crudos, cocidos o hervidos? De dónde lo aprendimos y justo es en estos recuerdos que se crean nuevos procesos alimentarios; los chefs o cocineros profesionales, les han dado otro lenguaje, otro simbolismo a los platillos, sin a veces olvidar todos estos conocimientos que tienen estancados en su memoria.
Susurros de recetas
A veces hasta llegamos a sentir el susurro de nuestros ancestros que nos van dictando las recetas, diciéndonos cuánto agregar y hasta dónde rellenar, si era el chile indicado, o la cantidad de sal que le debemos poner; por esto mismo y en estas fechas, recordamos con la memoria y al momento de preparar comida a nuestros difuntos, (sus platillos más deseados), tal y como les gustaban, de manera ritual y con amor hacemos sus alimentos y recordamos al pie de la letra las recetas que nos enseñaron, la memoria entonces es una de las bases principales de nuestras tradiciones alimentarias.
¿Cuál es la receta que tus ancestros te enseñaron?