El flan napolitano es un postre que todo el mundo ama. No solo por su consistencia suavecita y tersa, sino porque irremediablemente nos recuerda a nuestra infancia. ¿Tenías idea de que algo de la naturaleza del flan napolitano está relacionado con México? Hoy te contamos más detalles.
por lo general es a base de que se licúan de seis a ocho huevos, una lata de leche evaporada y una de leche condensada. La mezcla se vierte sobre un molde solo o con caramelo y se hornea en baño María. En ocasiones se le agrega ralladura de naranja o de limón, café, vainilla, queso o algún otro ingrediente para darle sabor.
Por Mariana Frias
Los primeros atisbos de un flan
La palabra flan proviene de la voz francesa flan, derivada a su vez del alto alemán antiguo flado, que significaba torta u objeto plano. Se dice que la procedencia de este flan es de Nápoles, Italia. Existen datos históricos aseguran que este postre tuvo sus inicios en la antigua Roma y en aquel entonces era conocido como tyropatina.
Inicialmente el flan se le añadía pimienta y en muchas ocasiones fue un plato salado. Posteriormente, Marco Gavio Apicio, un sibarita romano del siglo I, consiguió elaborar los más complejos y exquisitos platillos. A él se le atribuye la primera descripción del tyropatina con miel, huevos, leche y pimienta.
Aunque en las primeras recetas de flan se encuentran en los libros de cocina romanos, como el Apicius, que data del siglo IV d.C, estas recetas eran simples. No obstante, sentaron las bases para la evolución del flan a lo largo de los siglos.
Historia del flan
Durante la Edad Media, este postre comenzó a ganar popularidad. Era consumido en Cuaresma, su nombre pasó a ser flado que significa torta plana en latín medieval. Su preparación ahora incluía huevos cuajados en versiones saladas y dulces. Era ideal para acompañar con pescado, verduras, frutas y queso. Los árabes introdujeron el azúcar, que reemplazó a la miel en la preparación del flan.
La receta del flan llegó a otras regiones como España y Francia. Donde se adaptó a los ingredientes locales y las técnicas culinarias. El flan europeo es una especie de tarta salada o dulce. Bañada con un líquido que puede ser una salsa de frutas o una crema de huevo. Se le pueden añadir frutas, pasas, menudencias de aves o mariscos.
Años más tarde comenzó a servirse como postre. Al cual se le añadió una salsa de caramelo y fue nombrado como flan en la península ibérica y crème renversée au caramel entre los galos. Llegando así a América gracias a la Conquista Española. Se popularizó en muchos países, incluido México. Desde entonces han surgido nuevas versiones del flan napolitano con base de huevos, leche, azúcar y más.
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La relación entre el flan napolitano y México
A lo largo de la historia, la receta del flan fue adoptada y modificada por diversas culturas. Pero se dice que fue nuestro país quien introdujo el queso o también las 3 leches, para preparar este icónico postre. ¡Y fue aquí donde adoptó el nombre de flan napolitano! Eso sí, debes saber que dependiendo del estado donde te encuentres, habrá una gran variedad de flanes.
En las últimas tres décadas ha ganado gran popularidad por su buen sabor, su consistencia y su fácil preparación. Pero gracias a que el flan antiguamente era un postre más delicado es como hoy en día se trata de un flan denso como el flan napolitano.
Ojo: mucha gente elaboran el flan instantáneo, también llamado flan de caja o de paquete. Que sólo exige calentar leche, agregarle el polvo que se compra empaquetado y refrigerarlo. Así que no te dejes engañar. El flan napolitano original es inconfundible.