México es famoso por sus tortillas de maíz, margaritas y mariachis, pero ¿conoces la influencia que la cultura árabe ha dejado en la cocina mexicana?
El mundo ha quedado cautivado por la mezcla oscura de las tradiciones azteca y católica en su festival del Día de los Muertos y el drama crudo de su cine contundente.
Su versión única del español está plagada de palabras indígenas y nombres de lugares casi impronunciables.
Su comida, su idioma y su cultura es toda una mezcla de influencias españolas e indígenas.
Los trazos de la cultura árabe en México
Menos conocida y en gran parte ignorada, es la influencia perdurable de la cultura árabe esparcida por la comida, el idioma y la arquitectura de México.
En todo el país, puedes encontrar guiños a esta influencia. Desde el taco al pastor hasta el dulce mazapán que recuerda a la halva. También algunos negocios como El Califa, tacos árabes, Emir Coffee son nombres comunes que los visitantes encontrarán en la capital mexicana.
Esta curiosa influencia se remonta a dos olas distintas: primero, la llegada de los conquistadores. En segundo lugar, la migración libanesa al país.
Los tacos al pastor y otras expresiones de la influencia árabe en la cocina mexicana
La conquista árabe de España
Los moros eran un pueblo nómada del norte de África que invadió España y expulsó a los visigodos en el año 711 d.C. Gobernaron en España durante casi 800 años, trayendo consigo su religión y cultura islámica.
La cultura española permanece dentro de esta influencia hasta el día de hoy. Alrededor de 4000 palabras en español tienen orígenes árabes, incluyendo arroz, alcalde y ojalá (una expresión del árabe ‘Inshallah’).
Los elementos de la arquitectura española que se pueden ver en México son una consecuencia directa de los moros: los mosaicos, los arcos de herradura y los patios centrales diseñados para la refrigeración.
Conoce el origen de los tacos al pastor
La herencia de los moros a México
A través de sus amplias redes comerciales, los moros también trajeron a España las especias que vemos en todas partes en la cocina mexicana: cilantro, comino, canela, clavo y pimienta negra.
Y no termina con las especias. También se cree que el quesillo de Oaxaca, es el resultado de la influencia árabe en la comida española, al igual que dulces como el mazapán (hecho con cacahuate en lugar de almendras en México), churros y obleas (un disco plano -como postre relleno de caramelo o almíbar).
Cuando los conquistadores abandonaron España y lanzaron su campaña contra los aztecas en 1519, no sorprende que elementos de esta influencia llegaran con ellos al Nuevo Mundo.
Y, como hemos visto con la churrería El Moro, hasta la década de 1930 esta influencia aún prevalecía en España y se ejercía en México a través de nuevas oleadas de inmigración al país.
La segunda ola: la migración libanesa
Desde finales del siglo XIX, inmigrantes del Líbano comenzaron a llegar a América Latina de Estados Unidos. Inicialmente huyendo de varios conflictos regionales e internacionales que condujeron a guerras civiles, estos recién llegados comenzaron a abrir restaurantes y a traer consigo las técnicas, sobre todo la del shawarma.
Hoy en día, esta carne proporciona la base para el famoso taco al pastor mexicano por excelencia.
También trajeron consigo el pan pita, las brochetas y los alambres.
El chef Roberto Santibañez también habló sobre esta influencia libanesa más moderna:
Las influencias en la comida de México provienen de una paleta increíblemente diversa. Tiene influencias de los moros, los españoles, los aztecas y otras poblaciones indígenas, los inmigrantes libaneses e italianos de finales del siglo XIX y XX. También tiene variaciones regionales significativas y diversas en la cocina, desde la tortilla de harina del norte hasta los tipos de especias disponibles y las frutas tropicales del sur.