La ONG World Central Kitchen es una organización no gubernamental sin fines de lucro fundada por el chef José Andrés en 2010. Esta organización ayuda a las comunidades devastadas y afectadas por desastres naturales o en situaciones de crisis.
Debido a la pandemia de Covid-19, la chef Karla Hoyos es la encargada de liderar la cocina de World Central Kitchen desde la escuela Santa Eugenia en Madrid. En entrevista, nos platica que comenzaron con 900 platos y ahora están sirviendo más de 11 mil comidas por día. Esta cifra sigue en aumento gracias a las donaciones de comida de varias instituciones.
Foto: Facebook Karla Hoyos
Los platos que se sirve en WCK (World Central Kitchen) deben tener un alto contenido calórico, ya que muchas de las personas que reciben el apoyo solo comen una vez al día. Y lo que se busca es ayudar a la mayor cantidad de personas posibles durante toda la pandemia.
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En Estados Unidos, WCK (World Central Kitchen) busca reactivar la economía comprando alimentos a los restaurantes; y que exista un flujo constante de dinero. Esos alimentos se donan a gente vulnerable, médicos, familiares de enfermos entre otros.
Conoce más sobre la chef Karla Hoyos
De metas firmes y con gran sentido humanitario, la chef Karla Hoyos es una orgullosa veracruzana que logró ser la mano derecha del chef José Andrés, gracias a su honestidad y lucha constante por demostrar que con disciplina y metas firmes se puede lograr cualquier cosa.
Comenzó su carrera culinaria como practicante en Lasarte de Martín Berasategui en San Sebastián; al terminar la carrera se mudó a Florencia para trabajar en varios restaurantes. Antes de eso estuvo estudiando en Francia y trabajando gratis en una panadería para perfeccionar sus habilidades en repostería.
Foto: Facebook Karla Hoyos
Ya en Italia la llamaron para abrir un restaurante en el Distrito del Arte en Indianápolis. Este proyecto buscaba generar más flujo de gente en la zona y aumentar la oferta gastronómica. Después de dos años, se dio cuenta que el restaurante ya estaba consolidado y decidió buscar nuevos retos.
Fue así como entró a Bon Appétit de Compass Group, una empresa multinacional que da servicios de alimento a través de comedores industriales. Bon Appétit es parte de alta gama que sirve a empresas como Google y Abercrombie.
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Cuando José Andrés llegó a Puerto Rico, después del huracán María comenzó a servir comidas con chefs locales en un lugar llamado “La Placita”. Viendo la necesidad de la situación le pidió de favor a su amigo el CEO de Bon Appétit Fedele Baucio, que le mandara a tres de sus mejores chefs para apoyar; ya que no se daban a basto, la demanda de comida era enorme y él quería ayudar a todo Puerto Rico. Entre esos chefs estaba la chef Karla Hoyos.
Recuerda que su jefe le habló a las 7:00 de la mañana y ella no sabía qué pasaba.
“Me dijo que si quería ir a cocinar a Puerto Rico para apoyar en cocina porque necesitaban a alguien con mi experiencia; acepté de inmediato”, recuerda la joven cocinera. “Lo último que me dijo fue que comprara un radio satelital y artículos de limpieza personal; y tomara algo de efectivo porque me iba a la guerra, obviamente me asusté un poco pero seguí con el plan”.
“Mi vuelo salió el domingo, es decir, en 24 hrs ya estaba en otro país con gente durmiendo en el aeropuerto y todo el caos y estragos del huracán”.
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“Nos hospedaron en el único hotel de rescatistas que estaba abierto; hasta dos días después me enteré que iba a trabajar con José Andrés, porque empezamos a montar las cocinas en el choliseo (que es un centro de convenciones adaptado) obviamente con los percances del lugar. Ese día me comentaron que venía un camión con donaciones de comida, y que tenía que ver qué hacia con eso. Recuerdo que el camión llegó a las dos de la tarde y a las cinco de la tarde ya debía tener listos 5 mil platos”.
“Así comencé a organizar todo: listas de compras, menús y muchas cosas de logística. Cuando los otros chefs se marcharon, José Andrés me pidió que me quedara, estuve tres meses más y al final me tuve que regresar porque yo seguía trabajando en Bon Appétit”, comenta la chef en entrevista.
Foto: Facebook Karla Hoyos
Después de eso, KArla permaneció en contacto con la gente de José Andrés, siguió apoyándolos y durante esos meses le ofrecieron trabajar en Miami. Al principio lo dudo porque sentía un compromiso con Bon Appétit, ya que para ella era una gran empresa y estaba muy feliz trabajando ahí. Sin embargo, luego de visitar The Bazaar en Miami, quedó enamorada del proyecto y aceptó la oferta en febrero de 2018.
“Recuerdo que regalé todo, cargue mis cosas, utensilios, libros y manejé de Indianápolis a Miami”.
¿Cómo funciona el apoyo a otros restaurantes durante la pandemia?
“Ahora con la pandemia de Covid-19, tuve que viajar a España, tomando todas las medidas para evitar contagios a pesar de que mi familia no estaba de acuerdo”, nos platica la chef Karla.
“La situación en cuanto a economía es muy delicada, por ejemplo: yo comenzaré a operar el restaurante al 50% y siento que la gente va a querer salir, pero no gastar. Al final debemos buscar maneras para apoyar a las personas de servicio. Lo que estamos haciendo con WCK es reactivar los negocios a través del apoyo a otros restaurantes, así evitamos despidos y se generan alianzas que permiten mantener la economía”.
