Por: Redacción
“Una cazuela de pozole no engorda, engordas tú si te comes dos”, publicó el Instituto Mexicano del Seguro Social en su cuenta de Twitter el pasado cinco de julio.
Una cazuela de #pozole no engorda, engordas tú si te comes dos. #JuevesPozolero pic.twitter.com/NFaiVmk6PA
— IMSS (@Tu_IMSS) 5 de julio de 2018
El IMSS asegura que el pozole es un alimento completo, que contiene todos los nutrientes necesarios para la hora de la comida.
Aunque, la dependencia también advierte que lo recomendable es comer una porción equivalente a una taza y media con 60 gramos de carne y verduras “al gusto” (rábano, cebolla, lechuga, chile y limón).
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“Comer pozole no es malo y no te hace subir de peso, pero comer la botana sí”, asegura el IMSS. Y con botana se refiere a: chicharrón, tacos, tostadas, crema, gorditas, tamales, chalupas, manitas de puerco y alitas.
¿De dónde viene el pozole?
Este platillo es típico de la cocina mexicana y tiene su origen en la época prehispánica. La celebración anual mexica de Tlacaxipehualiztli (desollamiento de los hombres) reflejaba la importancia del ciclo agrícola en la vida de los habitantes. Durante ella se sacrificaba a los prisioneros de guerra.
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Una vez consumados los sacrificios, se preparaba una sopa: el tlacataolli, con granos precocidos en una solución ligera de agua con cal, proceso que hoy se llama nixtamalización. Los restos humanos eran procesados y repartidos entre quienes habían capturado a los guerrreros y se trituraba al tlatoani una pieza de muslo.