La lasaña, un plato que se dice italiano y es muy apreciado por casi toda la gente alrededor del mundo, ha cautivado las papilas gustativas de todos durante siglos. Con sus capas de pasta, su salsa y sus diversos rellenos, la lasaña es una obra maestra culinaria que ha resistido el paso del tiempo.
Aquí nos adentramos en los verdaderos orígenes, las leyendas y la historia de este platillo, desentrañando los secretos de su popularidad.
Por Roxana Zepeda
Los verdaderos orígenes de la lasaña
Las raíces de la lasaña se remontan a la antigüedad, aunque su origen exacto sigue siendo objeto de debate entre los historiadores. Una teoría predominante sugiere que el plato evolucionó a partir del “laganon” griego.
Se trata de una masa plana cortada en tiras, que los romanos adoptaron y transformaron en un plato en capas. Otra teoría atribuye los orígenes de la lasaña a los árabes, que trajeron a Sicilia un plato similar conocido como “lawzinaj” durante sus conquistas en el siglo IX.
Cuenta la leyenda que este platillo desempeñó un papel importante en el folclore y la mitología italianos. Una de ellas se refiere a un famoso cocinero italiano llamado Lazzaro, que sirvió lasaña al rey Enrique VIII de Inglaterra. El plato cautivó el corazón y el paladar del rey, dando lugar a la famosa frase: “El camino al corazón de un hombre es a través de su estómago”. Aunque esta historia puede ser más ficción que realidad, refleja el atractivo universal y el impacto de la lasaña a lo largo de la historia.
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Evolución histórica y variaciones regionales
A lo largo de los siglos, la lasaña ha evolucionado y se ha adaptado a las distintas regiones de Italia, dando lugar a diversas variaciones regionales. En el norte de Italia, la lasaña suele prepararse con salsa bechamel, mientras que en el sur suele llevar queso ricotta.
Además, cada región incorpora su propia mezcla de especias, hierbas y rellenos. Con ello, crean un tapiz de sabores que se ha convertido en sinónimo de la cocina italiana.
La época del Renacimiento desempeñó un papel fundamental en la transformación de la lasaña de plato humilde en delicia culinaria digna de la realeza. Durante este periodo, la nobleza italiana quiso mostrar su riqueza y sofisticación a través de fastuosos banquetes.
Este platillo, con sus intrincadas capas y sus diversos ingredientes, se convirtió en la pieza central de estos banquetes. Con esto, ha consolidado su estatus como símbolo de opulencia y refinamiento.
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Popularidad mundial y adaptaciones
Con la llegada de la globalización, la lasaña trascendió sus raíces italianas y extendió su deliciosa influencia por todo el mundo. Los inmigrantes llevaron sus tradiciones culinarias a nuevas tierras, introduciendo la lasaña en diversas culturas.
El plato sufrió nuevas adaptaciones, incorporando ingredientes y técnicas locales, lo que dio lugar a deliciosas variaciones como la lasaña de enchilada mexicana o la lasaña con albóndigas al estilo americano.
En los últimos años, la popularidad de este platillo ha resurgido gracias a chefs innovadores y entusiastas de la cocina que han reinventado el plato clásico.
Las lasañas vegetarianas y veganas han ganado adeptos, atendiendo a la creciente demanda de opciones de origen vegetal. Además, las interpretaciones creativas con ingredientes exóticos y presentaciones poco convencionales han hecho de la lasaña una opción versátil y emocionante para los paladares modernos.
Desde sus misteriosos orígenes hasta su gran popularidad actual, este plato sigue evolucionando, adaptándose y deleitando a los amantes de la cocina de todo el mundo. Ya sea en su forma tradicional o con un toque innovador, este plato atemporal encarna la esencia de la gastronomía italiana, demostrando que la verdadera excelencia culinaria no conoce fronteras.
Aunque el origen de la lasaña no sea precisamente italiano, ¿no crees que es de esos platos que sin reservas podrías comer todo el día, sin importar de dónde venga?