El Molino del Rey en el Centro Cultural Los Pinos ahora es el Cencalli, que significa casa del maíz, un proyecto para enaltecer la cultura alimentaria de nuestro país.
La Secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto Guerrero, dijo este 29 de septiembre en el marco del Día Mundial del Maíz: “hoy, encendemos para todos el fogón de Cencalli, la casa del maíz y la cultura alimentaria”.
Texto de Elisa Ortega
Más que un museo, un espacio vivo
Parte de los proyectos prioritarios de Chapultepec, Naturaleza y Cultura, que tiene la Secretaría de Cultura, fue este espacio para la cultura alimentaria dentro de “la casa de todos”, que está en el Centro Cultural Los Pinos. El Cencalli se ubica en el antiguo Molino del Rey, para resignificar el lugar que se le dio al trigo en la conquista y poner al maíz de nuevo en el centro de las vidas mexicanas.
Cuenta con 8 salas permanentes: Domesticación y diversidad del maíz, Milpa y otros sistemas de cultivo, Nixtamalización, Cocina del maíz, Valor simbólico del maíz, El maíz en el mundo, Futuro del maíz y Maíz en el arte.
Cencalli: el nuevo museo del maíz que abrirá en Los Pinos
Cada esquina de la casa del maíz es didáctica para todas las edades. Hay desde esculturas de arte contemporáneo hasta videos, documentación importante y juegos. Nos presentan una amplia gama de procesos históricos, rituales, ecológicos y gastronómicos alrededor del maíz.
Cristina Barros, la investigadora que apoyó en procesos curatoriales, dice que Cencalli no es exactamente un “museo” ya que no se expone algo del pasado, si no al maíz como patrimonio, el presente de su lucha y la esperanza del futuro.
El maíz: origen y destino de nuestra cultura
En los mitos de la creación de los mexicanos se dice que estamos hechos de maíz y el pasado 29 de septiembre, distintas personalidades alrededor del Cencalli lo confirmaron. Las culturas en Mesoamérica se asentaron y comenzaron a conformar sociedades más complejas en torno al sistema de la milpa y el maíz; pero así mismo, los humanos que crecieron en torno al maíz fueron comunicando y generando una cultura alrededor de este grano sagrado.
“Origen y destino para la cultura mexicana” aseguró Alejandra Fraustro, Secretaria de Cultura. De la misma manera, pareciera que la presencia del grano aparece en toda la historia de nuestro país; siempre encontramos representaciones de este alimento básico así como registros patrimoniales. Pero sobre todo, nunca se ha dejado de sembrar y saborear en nuestras mesas.
Las guardianas de la tierra del maíz: tradición y trascendencia.
Milpa de colaboración en la casa del maíz
Cristina Barros comentó que toda la conformación de este espacio ha sido como trabajar en una Milpa con un equipo diverso que aporta cada quien sus nutrientes para los demás y para el objetivo común. Y el proyecto no dejará de proponer esto, ya que tienen la intención de ser un lugar donde unir voluntades y multiplicar las relaciones poderosas que hay alrededor del maíz.
Como parte del CCA, el Complejo Cultural Los Pinos también alberga La Plaza del Maíz, lugar donde se realizarán actividades educativas, artísticas y de divulgación; así como al mercado “El Solar” de viernes a domingo, un tianguis de pequeños y medianos productores de alimentos de todo el país. Poco a poco rotarán para conocer más variedades de maíz pero también de otros alimentos.
La importancia del museo en un país de Maíz
Para muchos, la relevancia de este espacio es fundamental en un país como México, donde el maíz es la base de la alimentación. Por ello, muchas voces consideran que era necesario un lugar que rindiera tributo a uno de los ingredientes principales de nuestra cocina. Pero también hay quienes opinan que el proyecto debió tener un enfoque más incluyente y completo.
Platicamos con el chef Ricardo Muñoz Zurita, quien ha seguido muy de cerca este proyecto desde su concepción. De acuerdo con el investigador gastronómico, aunque la idea del Cencalli es buena y toda la curaduría del museo como tal es impecable, así como su valor indiscutible, considera que no solo el maíz es parte de la suficiencia alimentaria y que el discurso se ha equivocado, pues dice que en este proyecto se enfocaron más en la parte indígena olvidando la parte gastronómica y a los chefs que también trabajan con el maíz honrando y rescatando las recetas tradicionales. “el mensaje es equivocado, el trabajo es genuino, es valioso. El museo está magnífico porque se hizo bien, pero este país no es un museo, tenemos necesidades y otra realidad…” concluyó.