Todos hemos escuchado hablar de él en algún momento. El té verde no solo es un clásico de la gastronomía y la cultura oriental, sino que sus propiedades y beneficios que trae a la salud han trascendido en todo el mundo.
Hoy te contamos un poco más de este superfood que, aunque es globalmente reconocido por su capacidad antioxidante, realmente tiene mucho más que ofrecer.
¿Qué es el té verde?
Es té insignia de Japón y de China, pero también de numerosos países de Oriente. El té verde proviene de la planta Camellia sinensis, y se diferencia de muchos en el mundo por el hecho de que no es fermentado.
Las hojas de la planta de donde proviene se cortan frescas, se secan, prensan, enrollan y trituran, para luego secarse. El resultado puede ser tan amplio, que por eso existen diversos tipos de té verde. Uno de ellos es el matcha y otro el negro, por mencionar algunos ejemplos de los que mejor conocemos.
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El origen del cultivo de esta planta se remonta a hace aproximadamente cinco mil años, en China. No obstante, aunque fue su lugar de origen, el consumo más generalizado de dicho té se localiza geográficamente en Japón, donde incluso existe una importante ceremonia en su honor.
Los beneficios del té verde
Su propiedad posiblemente más reconocida es la antioxidante: el consumo de esta bebida está relacionada con el daño celular que ocurre cuando en el cuerpo hay un exceso de radicales libres.
Por medio de estudios se ha descubierto que en la infusión de este té existe un tipo de antioxidante llamado catequina, que es al menos unas 20 veces más potente que la vitamina E y 100 más que la C.
De igual manera, se sabe que fortalece el sistema inmune, ayuda a bajar los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, así como que agiliza la mente, la concentración y el aprendizaje, por tener cafeína. El consumo de té verde también se relaciona con la disminución del riesgo de padecer Alzheimer, así como Parkinson.
Algo que también es importante que sepas: aunque se ha hablado mucho sobre la capacidad de esta bebida para hacer bajar de peso a quien la tome, lo mismo que para prevenir diferentes tipos de cáncer, aún no existen suficientes evidencias científicas como para asegurarlo.
¿Cómo beber té verde correctamente?
Lo primero a considerar es que es mucho mejor tomarlo cuando se vende bajo marcas confiables, ya que es común que se le falsifique. Una vez adquirido, te recomendamos guardar el té en condiciones de oscuridad y ambiente fresco y seco.
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Cuando quieras preparar unas tazas de este ingrediente, déjalo infusionar entre 45 segundos y un minuto, en agua que se encuentre antes del punto de ebullición: de 80 a 90 grados centígrados es lo ideal.
Una vez que, cumplida la temperatura, se acabe el tiempo de reposo en agua, lo conveniente es sacar todos los restos sólidos, para que no se sobreconcentre u oxide.
Contraindicaciones
Hay que tomar en cuenta que el té verde aporta cafeína, por lo que beber al día más de 300 miligramos de esta sustancia activa pueden ser perjudiciales para el sistema nervioso. A lo que nos referimos es: si consumes mucha cafeína, no importando la fuente natural de la que venga, podrías sufrir de ansiedad, pérdida del sueño y taquicardias.
Consumir té verde también se restringe cuando se trata de personas que necesitan de hierro, ya que dificulta su absorción; pasa algo similar con embarazadas y lactantes, debido a que complica el aprovechamiento de ácido fólico.
Ahora que sabes mucho más del origen y los beneficios del té verde, ¿te animas a probarlo con más gusto?