Este mes entra oficialmente la primavera. Y el calor ya se hace presente durante el día, por lo que los platillos frescos seguro se convertirán en tu mejor aliado. Las sopas frías son una realidad. Una excelente opción para combatir la sensación de las altas temperaturas, con la ventaja de que ayudan a mantenernos hidratados. Además de ser deliciosas, son nutritivas y fáciles de preparar.
Por: Desiree Perea
Ventajas de las sopas frías
La preferencia por las sopas se centra en ser una opción adecuada para abrir el apetito. Un plato semi-líquido, que comúnmente se sirve como primer tiempo. Existe una lista amplia de posibilidades, pues usualmente se utilizan vegetales como la estrella principal. Además, se ayuda del sabor del caldo de pollo o fondo de res para lograr el espesor adecuado.
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Sin embargo, las sopas frías son una alternativa popular en la gastronomía alrededor del mundo. Y que no se necesariamente tienen lugar únicamente durante la temporada de calor. Eso sí, en lugares calurosos, recurrir a dichas recetas puede ser una gran salvación para hacer frente al clima durante el día.
Además, las recetas de sopas frías están especialmente pensadas para servirse en dicha temperatura. Sin perder sabor, color o consistencia. Y es que realmente existe una gran variedad de recetas frescas para servir en casa. Así puedes ampliar el menú de platillos en casa. Sin dejar a las sopas como una opción durante la primavera y el verano.
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¿Qué recetas se encuentran alrededor del mundo?
La cocina internacional ofrece una amplia variedad de recetas que podemos añadir a nuestro recetario personal. Y aunque puede que conseguir los ingredientes sea la tarea más difícil, siempre está la posibilidad de optar por las alternativas más cercanas. En primer lugar, la cocina española cuenta con dos sopas frías conocidas mundialmente. Hablamos el gazpacho y el ajoblanco. Esta última, incluso es considerada como una receta pionera dentro de las sopas frescas.
Se describe como una sopa cremosa, con un intenso sabor a ajo. El cual se licúa con almendras, aceite de oliva y un toque de vinagre. Usualmente se acompaña con uvas, tocino crujiente y crutones. En cuanto al gazpacho, es un platillo que se prepara con una base liquida de jitomate, pimientos, cebolla y ajo. Con una consistencia similar al puré. Una vez servida en el plato hondo, se decora con vegetales frescos, además de hierbas aromáticas.
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En Ucrania podemos encontrar el borsch, una sopa de color rojo llamativo gracias al betabel. Una receta que forma parte de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Se prepara con pollo como proteína principal. Además de pepino, apio, zanahoria y col. Al final, se termina con un toque de crema ácida o yogur griego.
De esta forma, las sopas frías se han convertido en un gran acierto dentro de la cocina de temporada. Donde la temperatura del platillo no influye en el resultado final. Logrando una receta casera y reconfortante. Que amplia el panorama de las alternativas que ofrece cocina internacional.
