Por más sorprendente que parezca, gracias al avance tecnológico y las constantes investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que consumir ciertas semillas de fruta no afectan al cuerpo humano. La idea de la toxicidad o la germinación de estos compuestos firmes han manchado la reputación de muchas especies, pero no tiene por qué seguir siendo así. A continuación, te contamos sobre algunas de las semillas de fruta que debes de dejar de desechar y mejor, hacerles un espacio en tu dieta.
Por: Desiree Perea
¿Qué tan bueno es comer las semillas de la fruta?
Esta práctica ha estado rodeada de controversia que muchas veces nos hace sentirnos inseguros. Si bien la pulpa es muchas veces la única parte comestible, en algunos casos, las semillas de ciertas frutas son completamente comestibles. Ahora, esta decisión debe tomarse conscientemente ya que es cierto que muchas otras semillas contienen componentes tóxicos. En caso de consumirse accidentalmente no tiene por qué asustarnos, ya que seria necesario ingerir una gran cantidad para que los efectos se hagan presentes.
Para esta nota, nos enfocaremos por completo en las semillas de fruta que sí son comestibles; no solo por un tema de practicidad, sino porque tienen efectos positivos en distintas áreas del organismo:
- Sandía
Retirar la semillas de la sandía es una tarea que nada más de pensarla, es agotadora, pero no tienes por que seguirlas desechando. Consumirlas no hará germinen en el estómago, esto es una mentira. De hecho, son ricas en proteínas de origen vegetal, por lo que sí o sí deben formar parte de la dieta de personas vegetarianas o veganas. También destacan por su concentrado de zinc y vitaminas del grupo B.
- Granada
Por la forma en que se presenta esta fruta, es prácticamente imposible eliminar el consumo de las semillas. Pero si en algún momento pensaste en dejar de consumirlas, sería una decisión errónea. Las semillas de granada son altamente ricas en fibra; dicho compuesto ayuda a mantener al estómago satisfecho por más tiempo, al mismo tiempo que tiene efectos positivos en la digestión. También destaca su aporte de antioxidantes que permite proteger al cuerpo del daño celular.
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- Uva
Actualmente podemos encontrar uvas libres de semillas y aunque muchas veces este factor hace que sean más atractivas, vale la pena también considerar las semillas de esta fruta. Son ricas en ácidos grasos saludables y en vitamina E. El grupo de flavonoides presentes en esta semilla representa a uno de los antioxidantes más poderosos para el organismo. Lo ideal es masticarlas para liberar sus compuestos activos.
- Kiwi
Las semillas negras, diminutas y crujientes que le dan ese toque de textura al kiwi, son completamente comestibles y altamente nutritivas. Dado que son extremadamente pequeñas y blandas, se consumen automáticamente junto con la fruta sin esfuerzo ni riesgo. La ventaja aquí es que son de fácil digestión, incluso si no son trituradas. Son una gran fuente de vitamina E y ácidos grasos omega-3.
- Maracuyá
En esta fruta, las semillas estas cubiertas por una pulpa jugosa y ligeramente gelatinosa que prácticamente hace que su sabor sea imperceptible. Su consumo permite al cuerpo llenarse de potasio, un mineral crucial para regular la presión arterial. Al igual que la zanahoria, esta fruta tropical contiene carotenoides que el cuerpo convierte en vitamina A, importante para el cuidado de la salud ocular.
- Calabaza
Durante la temporada otoñal, esta fruta no puede faltar en casa. Y aunque el porcentaje de pulpa es mucho, vale la pena destacar que las semillas de esta fruta son completamente comestibles. Comúnmente se conocen como pepitas y prepararlas en casa es sumamente sencillo. Se deben dejar secar para poder tostarlas y se pueden sazonar con un poco de sal o chile en polvo. Dentro de los beneficios que ofrecen podemos mencionar que son altas en proteína, zinc, magnesio; también ayudan a proteger al sistema inmune y contienen grasas buenas que cuidan de la salud cardiovascular.
Aunque son comestibles, todo en exceso es malo
Añadir las semillas comestibles de fruta al régimen alimenticio no es algo que se deba hacer de la noche a la mañana. Cuando se trata de introducir un nuevo alimento a nuestro organismo, debemos saber que es un proceso que lleva tiempo. Muchas veces, el exceso de fibra puede causar ciertos efectos adversos. Lo ideal es comenzar con porciones pequeñas y también debemos permitir al cuerpo descansar para que asimile estos nuevos compuestos.

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Las semillas de fruta que comúnmente desechamos, son en realidad un concentrado de nutrientes que no debemos pasar por alto. Antes de recurrir a suplementos químicos, es importante conocer que podemos acceder fácil y naturalmente a un sinfín de compuestos benéficos. Disfrutar de una porción de fruta natural no es nada complicado, y al revelar la pulpa, las semillas se esconden como tesoros que por nada del mundo deben desecharse.