En la cocina, nunca terminamos de aprender. Siempre hay oportunidades para llevar nuestras habilidades culinarias al siguiente nivel. Más allá de las técnicas contemporáneas, vale la pena reconocer aquellas legendarias que se mantienen vigentes ya que no pierden utilidad. A nivel mundial, un buen sofrito es clave para servir un platillo profundo en aroma y sabor.
Muchos toman a esta técnica como un proceso simple donde solo se calientan vegetales en aceite, pero no es así. En esta nota, te contamos sobre 3 principios clave que rigen a este proceso que sí o sí debes dominar. Si sientes que algo le falta a tus platillos caseros, un buen sofrito seguro es la solución.
Por: Desiree Perea
- La carga de sabor la llevan 3 ingredientes
Gracias a su versatilidad y sus impresionantes efectos, esta técnica es reconocida a nivel mundial. Un buen sofrito depende de 3 ingredientes base; a esta mezcla se le pueden agregar otros elementos como apio, zanahoria, cilantro, orégano y en algunos casos hasta chile fresco. Además de la grasa, es crucial no dejar fuera ninguno de estos ingredientes; lo mejor es siempre utilizarlos frescos para lograr una mayor profundidad de sabor.
La cebolla y el ajo se mantienen como ingredientes favoritos en la cocina salada. A nivel mundial, se han ganado un lugar especial en las despensas de miles de hogares. Ambos deben picarse finamente para que no interrumpan con la textura final del platillo. El pimiento se suma a esta icónica pareja, también aportar sabor, color y aroma.

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- Un elemento graso es innegociable
La grasa es reconocida en México como el gran conductor de sabor; aplica en la cocina salada y dulce. Claro que en un buen sofrito no podía quedarse fuera de la pequeña lista de ingredientes. En Europa es común utilizar aceite de oliva como la mejor opción; tiene un punto de humo alto y permite que los sabores se desarrollen durante el proceso de cocción. De este lado del mundo, los aceites vegetales son la primera opción, pero también se puede recurrir a mantequilla o manteca (animal o vegetal).
- Tiempo y temperatura justos
Cocinar en casa es una actividad que jamás debe hacerse con prisa. Acelerar los procesos es un error por completo; por más sencillo que parezca, el resultado final se arruina por completo. En un buen sofrito, la paciencia lo es todo. Esta técnica toma entre 20 y 30 minutos para que los sabores no solo se mezclen, sino también para que se desarrollen.
El método de cocción mezcla dos elementos que no muchas veces se encuentran: agua y aceite. Una vez que los ingredientes están en el sartén, la cocción debe mantener el fuego en el nivel más bajo. Así, los vegetales sudan para desarrollar un caldillo profundo y aromático.

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En la actualidad, el sofrito no ha perdido importancia en la cocina internacional. Se aprovecha en salsas, guisados, sopas o cremas y arroces. En todas las ocasiones, el sabor del platillo final depende por completo de un buen sofrito base. Aunque a simple vista parece sencillo, no cualquiera presume un dominio perfecto.
