Ya sea en un restaurante, en una reunión en casa o simplemente al momento de una comida casual, las mesas sí o sí tienen un lugar reservado para las salsas mexicanas. A simple vista, esta preparación ya es parte de la cotidianidad; pero detrás de cada receta se mantiene cierto nivel de dificultad. Una buena salsa se reconoce al instante y eso es parte de su magia.
Existen un sinfín de recetas de salsas, y cada una juega un papel fundamental dentro de la gastronomía mexicana. Dominarlas no es tarea fácil; sin embargo, cuando se degusta el resultado final, el proceso vale por completo la pena. A continuación, te contamos sobre algunas de las salsas mexicanas que se han ganado el corazón y respeto de miles de personas.
Por: Desiree Perea
En la mesa siempre hay lugar para las salsas mexicanas
Una buena salsa está respaldada por una gran tradición que muchas veces, se concentra dentro del núcleo familiar. Aprender a preparar las salsas mexicanas no es algo que se logra de la noche a la mañana. Dentro de la amplitud de esta sección, se conocen sub-categorías que se han ganado el reconocimiento mundial. Algunas de las salsas básicas en la cocina mexicana son:
- Roja: Jitomate, chiles (secos o frescos) y todo se hierve.
- Verde: Los tomates verdes y chiles frescos son los protagonistas.
- Taquera: Se prepara con tomate fresco y chiles secos.
- Macha: Aceite con chiles secos fritos.
Te podría interesar: Pulpo, el ingrediente estrella de los antojitos mexicanos
¿Crudas o cocidas?
Ambas versiones son válidas, aunque es más común encontrar salsas verdes crudas. ¿La razón? El tomate verde mantiene un buen sabor sin importar si se utiliza fresco o cocido; pero esto no ocurre con el jitomate. Es común encontrar salsas mexicanas que aprovechan otros métodos de cocción, como la salsa tatemada.
Este tipo de salsa exige que todos los ingredientes sean frescos, para poder asarse sobre una plancha o directamente sobre la brasa. Lo ideal es lograr que todos los ingredientes se cubran con una costra tostada de color negro. Una vez listo, todo se licúa y se sirve ligeramente caliente. El secreto detrás de una buena salsa es el equilibrio; debe tener el punto de picante justo, el sabor debe disfrutarse, jamás sufrirse.
Discutir por la mejor receta no es válido
Tenemos a nuestra disposición una cantidad impresionante de salsas mexicanas y es algo que tenemos que agradecer. La diferencia entre cada receta no tiene por qué abrir paso a una discusión, cada una puede aprovecharse en distintas recetas. Para los tacos y los antojitos, siempre se encuentran dos opciones: salsa verde o roja y ambas son válidas.

Te podría interesar: Los mejores lugares de la CDMX para comer caldos de gallina
El guacamole y el pico de gallo suelen generar confusión, pues no tienen una consistencia líquida, pero si, también son salsas. Ambas pueden acompañar una botana o bien, pueden llenar de color algún los platillos. Elegir entre las salsas mexicanas no tiene por qué convertirse en una pesadilla, aquí no hay malas decisiones.
El universo de salsas mexicanas es algo que debemos presumir con orgullo. Un buen platillo se puede mejorar si se agregan unas gotas de una salsa excepcional. Dominar más de un tipo de salsa es un completo salvavidas para la cocina en casa, así que no lo pases por alto.