Estos ingredientes han sido enfrentados de manera histórica. Elegir entre manteca vegetal o de cerdo casi siempre termina en una discusión por un sinfín de razones. Sin embargo, esto no tiene por qué ocurrir. Aunque algunas veces también son confundidas, estos ingredientes grasos son completamente diferentes. La decisión final siempre depende de gustos personales, pero siempre existe la posibilidad de darle la oportunidad a una u otra de vez en cuando.
Por: Desiree Perea
La manteca vegetal merece un lugar en tu cocina
Para muchos, encontrarse con este producto es realmente sorpresivo, pues la versión más popular siempre ha sido la manteca de cerdo. Sin embargo, la manteca vegetal, es un producto relativamente moderno. Fue desarrollada como una alternativa por razones económicas, de estabilidad y ahora, de estilo de vida. Gracias a que no está elaborada con ingredientes de origen animal, es un ingrediente favorito dentro de las dietas vegetarianas y veganas.
Se produce a partir de aceites vegetales líquidos: palma, soya, aguacate o canola. Estos se someten a un proceso llamado hidrogenación, un proceso químico que permite transformar ácidos grasos insaturados en grasas trans. Esta solidificación confiere a los aceites una textura sólida y una mayor estabilidad.
Te podría interesar: Alimentos que vale la pena cocinar en olla de presión
A diferencia de otras grasas, la manteca vegetal no contiene colesterol; sin embargo, esto no quiere decir que deba consumirse sin control. No deja de ser un ingrediente graso, por lo que es importante consumirla con inteligencia. En cuanto al sabor, se mantiene neutral, por lo que puede utilizarse en recetas saladas y dulces sin problemas alguno.
Es momento de acabar con la mala reputación de la manteca de cerdo
Aunque la manteca de cerdo es un ingrediente histórico, no deja de causar incertidumbre. Para muchas cocinas a nivel internacional, es un sustituto popular al aceite convencional gracias a su gran aporte en sabor. Este tipo de grasa se obtiene de la zona del lomo o bien, aquella que se encuentra alrededor de los riñones.
El resultado es una grasa blanca, suave y con un aroma característico. Cuando está cruda, su aroma no es el más agradable, es por ello que muchos deciden no elegirla para cocinar en casa. Sin embargo, cuando se aplica calor, el olor ya no es un problema; de hecho tiene una gran resistencia al calor y permite freír a la perfección.
Tradicionalmente, la manteca de cerdo es un pilar dentro de la gastronomía mexicana. Más allá de ser un elemento graso, las notas que aporta al platillo final son únicas. Funciona para distintas recetas:
- Salsas
- Guisados
- Carnes asadas
- Frituras profundas

Te podría interesar: Reacción Maillard: ¿qué es y cómo se aprovecha esta técnica en la cocina?
Al igual que la manteca vegetal, es importante cuidar el consumo de este ingrediente. Sin embargo, más allá de la restricción de porciones, no hay nada de malo con la manteca de cerdo. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, así que no hay por qué discutir sobre si una es mejor que otra.
Tanto la manteca vegetal como la de cerdo tienen mucho que ofrecer. Ambas se mantienen como ingredientes favoritos tanto en restaurantes como en hogares alrededor del mundo. La clave está en conocer su potencial para así, aprovecharlas al máximo.