En la mayoría de los hogares y cocinas profesionales, el simple acto de freír un alimento genera un residuo que, si no se maneja correctamente, se convierte en un contaminante silencioso: el aceite de cocina usado. Por costumbre o desconocimiento, este aceite termina en el desagüe o en el bote de basura; pero, ¿cuál de las dos es la forma correcta para desecharlo?. A continuación, te contamos sobre el impacto que tienen ambas acciones para poder elegir correctamente. Pequeñas acciones, generan grandes cambios.
Por: Desiree Perea
El controversial universo del aceite de cocina usado
Dejar de utilizar aceite de cocina simplemente no es opción. Si bien se utiliza cada vez menos, unas simples gotitas marcan la diferencia para servir un buen resultado final. Pero en cuanto se enfría, miles de preguntas llegan a la mente sobre cómo se debe desechar. Muchas veces, la lógica es engañosa, pues al ser un líquido, lo más fácil es tirarlo por la tubería. Pero, un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta 1,000 litros de agua; este dato espanta a cualquiera.
Otra solución común es limpiarlo con servilletas para así poder tirarlo a la basura sin que llegue al agua. Esto tampoco es correcto, pues de alguna u otra forma, representa un desecho importante. Decidir cómo desechar el aceite de cocina es un tema controversial siempre, no hay forma de evitarlo.
Te podría interesar: Freír: el método de cocción que sólo se logra con aceites calientes
Por muchos años, se ha consultado la opinión de expertos y el resultado al que se llega es: reciclarlo. ¿Cómo? El plan ideal es almacenarlo hasta contar con una cantidad considerable para poder llevarse a un centro de tratamiento especial. Aunque son espacios que en México no son tan comunes, cada vez se abren más puertas dirigidos hacia el cuidado ambiental.
Lo que muchas personas hacen es almacenar el aceite de cocina usado en botellas o recipientes de vidrio para llevarlos a centros de acopio. Aquí, se encargan de limpiarlo a la perfección para entonces, comenzar a elaborar productos como jabones, velas o productos químicos que requieren un elemento graso.
Un elemento tan básico que al mismo tiempo representa gran peligro
El aceite de cocina es un elemento crucial a nivel mundial. En pequeña o gran cantidad, este ingrediente es clave no solo para dar textura, sino también sabor. Sin embargo, su uso no solo representa un peligro al momento de desecharlo, sino también cuando se aplica temperatura. La fritura profunda es una técnica conocida a nivel mundial; pero no todos pueden presumir su dominio, pues requiere de un control perfecto.
El nivel de calor y la temperatura que debe alcanzar debe ser la correcta para mantener el aceite de cocina en buen estado. Además, una vez que está caliente deben seguirse protocolos específicos para evitar accidentes. Las quemaduras por aceite caliente son sumamente graves, así como dolorosas y lo mejor es evitarlas a toda costa.
Te podría interesar: Aceite de linaza: el tesoro líquido que debes tener en tu cocina
Y una vez que acaba su función, ya vimos que el siguiente paso es crucial. Si bien representa un proceso tedioso, es una tarea que al final, el planeta agradece. El acto de desechar correctamente el aceite de cocina podría parecer simple, pero a largo plazo, representa una gran responsabilidad ambiental. Con el paso del tiempo, las acciones en pro del medio ambiente se vuelven cada vez más importantes; y en la cocina se mantienen grandes amenazas que muchas veces parecen desapercibidas.
Reciclar el aceite de cocina es la mejor forma de ayudar al planeta de manera positiva. Si bien en muchos estilos de vida este elemento graso ya no es muy requerido, existen momentos o recetas en los sí o sí tiene que estar presente. La clave está en darle un tratamiento correcto y en la medida de lo posible, reducir su consumo.
