Las flores comestibles hacen lucir bastante los postres, ensaladas o tiraditos. Pero, ¿sabes realmente escogerlas? Aunque todas son bellas, algunas llegan a tener sabores torrefactos o en su defecto similares a su planta madre. Por ejemplo: la flor de cebolla o cilantro.
Por eso es muy importante reconocer cada una de ellas; un tip que funciona bastante es preguntarle a tu marchante, ya que seguro no te van a dejar probar alguna, ues son bastante costosas, debido a la dificultad y temporalidad de su cosecha.
Para comprar flores comestibles lo primero que debes tener en cuenta es la frescura. Si las orillas se ven de un tono café claro o un poco seca, es seguro que no durarán más de dos días en buenas condiciones.
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Te recomendamos comprarlas en mercados especializados, siempre preguntando la variedad y mencionando para qué las vas a usar. Así recibirás asesoría y evitarás gastar de más. También te recomendamos que pruebes las flores una vez en casa, para que te identifiques con su sabor.
Cómo guardar las flores
Una vez que tengas listas tus compras, es necesario que guardes todo de manera correcta para que las flores duren más. Por ejemplo: para las flores de borraja, te recomendamos usar un molde resellable, el cual debe ir cubierto de un papel estrasa. Esto ayudará a mantener las piezas secas y así durarán más.
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Para las flores grandes como: calabaza, begonia o caléndula, lo ideal es guardarlas en un domo, con papel absorbente. Otro tip a la hora de guardar las flores es mojar un poco el papel, esto sirve si son flores de primavera, como: el crisantemo, centáurea, geranio o hibiscus.
Es importante mantenerlas en la parte baja del refrigerador y por lo menos cambiar el papel cada dos días. Las flores comestibles duran entre siete y diez días, pero depende mucho de su frescura y tus cuidados. Recuerda que para los postres las flores dulces o con bastante acidez funcionan bien.