Cocinado en horno de piedra con leña, el llamado “pan de fiesta” se comenzó a elaborar en San Juan Huactzingo, Tlaxcala. También conocido como “pan de burro”, porque era transportado en el lomo de este animal.
El pan de fiesta se elabora con huevo, harina, leche, nata fresca y nuez, lo cual le da su característico sabor. Se envuelve en hojas de zapote y se guarda en huacales madera. Tambien se llega a fermentar con pulque, pero la receta depende de cada familia. La receta ha variado conforme el tiempo y algunas personas han creado sus propias versiones con sabores como: nata, nuez, canela, vainilla o ate.
Otro pueblo que se caracteriza por la elaboración de este pan es San Juan Totolac que significa en náhuatl “totol”, pajaros y “atl” agua, es un lugar lleno de costumbres y tradiciones. Es por eso que el pan de fiesta se popularizó tanto en el centro del país.
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Se consume durante el mes de enero y es muy común verlo en las ferias de pueblos del centro del país. En los carritos, también puedes encontrar conchas enormes con canela, rollos de ate, empanadas enormes de arroz con leche y pizza casera.
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En el estado de Tlaxcala se celebra una feria, donde diversos municipios participan, mostrando las diversas variedades de pan que se elaboran en el estado. Además de un extenso surtido de mole, atoles, tamales, entre otros platillos.