Es el pastel más relevante del año, quizá de muchos años. La boda del príncipe Harry y Meghan Markle rompió con muchas tradiciones para dar paso a una libertad más espontánea. Una de ellas fue el pastel: en lugar del acostumbrado fruitcake los novios escogieron un panqué de limón de Amalfi decorado con flores de saúco.
Texto: Michelle López – @Mich_Lv. Imágenes: Violet By Claire Ptak
“Felicidades a la hermosa pareja. Muchas, muchas gracias por pedirme que creara su pastel de bodas. Ha sido un absoluto sueño.”
La responsable de la creación es Claire Ptak, dueña de la pastelería Violet en Hackney, en Londres. El pastel comenzó a planearse desde enero, y fue el equipo de Markle quien contactó a Ptak. Se conocen desde años atrás, cuando Markle tenía un blog de estilo de vida y entrevistó a Ptak precisamente acerca de su trabajo en Violet. Llegado este momento, la ahora duquesa de Sussex decidió acercarse nuevamente a la chef con una sola encomienda: think outside the box.
Ambas se reunieron en el Palacio de Kensington y la conexión fue inmediata. Ptak presentó seis sugerencias de pastel, incluyendo el tradicional fruitcake, mismas que posteriormente Markle consultó con el príncipe hasta decidirse por la receta final. Ptak afirma que la buena comunicación fue tal, que inmediatamente supo que sería la elegida para el proyecto.
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Los detalles del pastel se mantuvieron en secreto con el hermetismo que caracteriza a la corona británica y fue sólo hasta la víspera de la boda que se reveló el nombre de la pastelería, la creadora y los ingredientes; apenas una semana después Ptak ha sido autorizada a hablar con los medios acerca del tema.
Violet no es una pastelería que busque reflectores ni se empeñe en ser famosa. Aunque sus clientes son personajes de alto perfil Ptak ha buscado mantener a Violet en una cierta distancia. Eso sí, ahora que se sabe que ellos son los responsables del pastel de bodas de la pareja más popular del mundo sus seguidores en redes sociales se incrementaron por cientos de miles y su nombre está en boca de todos. Ptak agradece la fama y la buena reputación que su trabajo adquirió a partir de esta boda, sin embargo admite que ella y su equipo necesitan desesperadamente un descanso.
Queda por verse si este pastel seguirá la tradición de congelarse desde la boda hasta el bautizo del primer hijo de la pareja… ¿será?
