Las vainas de vainilla se utilizan principalmente en preparaciones dulces, para aromatizar natillas, leche, infusiones y para postres y platos más delicados. Al final, la mayoría de la gente bota la vaina sin saber que aún después del primer uso, todavía puede aprovecharse en algo más. Por eso, te sugerimos 3 formas de aprovechar la vainilla usada:
Azúcar vainillado
Deja secar las vainas y cuando estén listas, introdúcelas en el bote de azúcar y manténlo tapado. Un par de días después, descubrirás que huele y sabe ligeramente a vainilla.
Extracto de vainilla
Usa vainas que aún conserven las semillas. Ábrelas por la mitad de manera que las semillas queden expuestas. Mete las vainas a un tarro o frasco que puedas cerrar y que esté previamente esterilizado (ponlo a hervir por 20 minutos). Después agrega vodka hasta el que se llene el bote y ciérralo muy bien. Agita el bote y déjalo envejecer sin abrir durante tres meses. La primer semana agita el bote una vez al día, la segunda cada dos y así hasta que ya no tengas que hacerlo. Sabrás que está en su punto cuando el color del líquido sea ámbar.
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Vainilla en polvo
Cuando termines de usar las vainas ponlas a secar al aire. Déjalas lo que sea necesario o hasta que estén crujientes. Mételas en un procesador o molino de café hasta hacerlas polvo. ese polvo guárdalo en un bote que puedas cerrar muy bien y ponlo en un sitio fresco y sin luz. Este polvo lo puedes usar en muchas preparaciones.