Dirigir el estilo de vida hacia un camino más saludable ya no implica sacrificar el disfrutar de buena comida o bebida. Para celebrar o simplemente para pasar una tarde calurosa, la cerveza es casi siempre la opción de bebida más popular. Sin embargo, tomar esta decisión ya no es tan fácil, sobretodo por los efectos a corto y largo plazo que tiene en el organismo. Pero no todo está perdido, pues el auge de las cervezas sin alcohol ya figura como un salvavidas para muchos.
Por: Desiree Perea
El confuso concepto que rodea a las cervezas sin alcohol
La cerveza es la bebida fermentada más popular a nivel mundial. Dentro de esta categoría, es posible encontrar un sinfín de estilos que permiten consentir a distintos paladares alrededor del mundo. Además de las versiones comerciales, las propuestas artesanales también están atrayendo las miradas; y a esta lista, hoy podemos agregar las cervezas sin alcohol.
Pero, ¿por qué es tan difícil definir las cervezas sin alcohol en México? Simple, gracias a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Esta institución se encarga de revisar y definir parámetros para asegurar que el consumidor esté llevando a casa productos fieles a lo que se anuncia. De acuerdo con la PROFECO, una cerveza sí o sí debe contener mínimo 0.2% y máximo 20% de alcohol; en caso de no cumplir con esta regla, entonces no puede llamarse así.

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Lo correcto sería denominarlas como ‘bebida no alcohólica’. Realmente las cervezas sin alcohol sí tienen alcohol, pero en un porcentaje mínimo; esto hace que sus efectos, así como el aporte calórico se reduzcan de manera considerable. Para eliminar la mayor parte de este elemento, la industria cervecera recurre a dos procesos:
- Destilación al vacío: Al reducir la presión en la cámara de destilación, el punto de ebullición del alcohol baja aún más (a unos 35-40°C), lo que permite que se evapore sin dañar los componentes aromáticos y de sabor de la cerveza.
- Ósmosis inversa: La cerveza se presuriza y se hace pasar a través de una membrana semipermeable para que pase la menor cantidad de alcohol posible.
Un mercado que no deja de crecer a nivel mundial
Hace varios años era imposible imaginar un coctel sin el elemento alcohólico; sin embargo, hoy es una realidad que cada año suma más seguidores. Las cervezas sin alcohol fueron una de las primeras propuestas en entrar al mercado y aunque su aceptación fue difícil, su presencia en el mercado dice todo lo contrario. Muchas personas han decidido cambiar a esta opción por temas de salud o seguridad. Es una forma atractiva para disfrutar de una bebida que no sea agua mineral o refresco durante una fiesta o reunión.

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Además de las cervezas sin alcohol, la industria de los mocktails sin duda ha marcado un precedente dentro de la categoría de bebidas. Actualmente, es posible encontrar ‘coctelería’ donde el alcohol ya no es requerido y no por eso pierde puntos a su favor.
La presentación de esta alternativa no le ha quitado territorio a las cervezas tradicionales. Ambas opciones pueden co-existir con problema alguno, el mercado es lo suficientemente amplio y eso está más que perfecto.
Aunque las cervezas sin alcohol generan cierta incertidumbre, esto no tiene por qué seguir pasando. Hoy en día, es una categoría en constante crecimiento y que tiene mucho por ofrecer. Al igual que la cerveza artesanal, esta propuesta es versátil y permite presentar propuestas realmente interesantes. Eso si, es importante aprender a reconocerlas correctamente y simplemente, concentrarse en disfrutar.