El salar de Uyuni, situado en el altiplano boliviano, es famoso por sus fascinantes salares que se extienden hasta donde alcanza la vista. En medio de este paisaje de otro mundo se alza un extraordinario testimonio del ingenio humano: el único hotel del mundo hecho enteramente de sal. Aquí nos adentramos en la historia y el origen de esta maravilla arquitectónica única, explorando su fascinante viaje desde el concepto hasta la realidad.
Este lugar, conocido como el “espejo más grande del mundo”, es un extenso salar de más de 10.000 km cuadrados en el suroeste de Bolivia. Su belleza etérea y su entorno surrealista han cautivado los corazones de viajeros y fotógrafos por igual. Convirtiéndolo en uno de los destinos turísticos más codiciados del mundo.
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Una joya arquitectónica en el salar de Uyuni
El concepto de construir un hotel de sal surgió como una idea visionaria para ofrecer a los visitantes una experiencia distinta en el Salar de Uyuni. Esta ambiciosa visión se materializó finalmente con la construcción del Hotel de Sal, que se erige hoy como testimonio de la creatividad y el ingenio humanos.
La construcción comenzó a finales de la década de 1990, con hábiles artesanos trabajando meticulosamente para dar vida al proyecto. Los cimientos, las paredes e incluso el mobiliario del edificio se elaboraron con bloques de sal cuidadosamente seleccionados, extraídos directamente de las salinas circundantes.
Diseñado para integrarse armoniosamente en el paisaje natural, el Hotel de Sal presenta una mezcla única de encanto rústico y comodidades modernas. Las paredes del hotel, adornadas con intrincadas formaciones de cristal de sal, desprenden un ambiente mágico, proporcionando a los huéspedes una experiencia envolvente sin igual.
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Un hotel de sal sostenible
Aparte de su atractivo estético, el Hotel de Sal también hace hincapié en la sostenibilidad. El uso de sal de origen local no sólo garantiza un impacto medioambiental mínimo, sino que también mejora las propiedades de aislamiento térmico del edificio. Este enfoque ecológico encaja perfectamente con el compromiso de la región de preservar su prístina belleza natural.
El Hotel de sal cuenta con una amplia gama de cómodos alojamientos, incluyendo habitaciones bien equipadas y lujosas suites. Todas cuidadosamente diseñadas para proporcionar una estancia acogedora y única. Desde amplias zonas comunes hasta un restaurante que sirve cocina local, los huéspedes pueden saborear las maravillas de las salinas mientras disfrutan de las comodidades modernas.
Más allá de su importancia arquitectónica, el Hotel de Sal tiene un inmenso valor cultural. Las comunidades indígenas de los alrededores han dependido durante mucho tiempo del salar. Esto, para su subsistencia, y el hotel rinde homenaje a sus tradiciones y patrimonio. Obras de arte y artesanía locales adornan los interiores, ofreciendo a los huéspedes una visión del rico tapiz cultural de la región.
Los huéspedes pueden presenciar amaneceres y atardeceres impresionantes sobre la vasta extensión de las salinas. También, embarcarse en excursiones de inmersión a zonas geotérmicas y géiseres vecinos, e incluso participar en actividades de recolección. Si todo esto no te llama la atención puedes ver el procesamiento de la sal, adquiriendo una apreciación más profunda del patrimonio de la región.
Combinando confort, apreciación cultural y un entorno incomparable, ofrece una experiencia única en la vida a los visitantes que buscan una conexión extraordinaria con la naturaleza. Mientras explora el mágico salar de Bolivia, sumérjase en la historia y el encanto del único hotel del mundo hecho enteramente de sal, una verdadera joya en el corazón del Salar de Uyuni.