El helado es ese majestuoso postre que tanto bien nos hace para nuestros ánimos, la realidad es que todos se quieren apropiar de su creación, pero ese dato no lo sabemos a ciencia cierta, lo que si podemos saber son ciertos datos del origen del helado florentino.
Por Pamela Trejo.
Los antecesores del helado
No se puede determinar exactamente la fecha y el origen exacto del helado, lo que sí se sabe son datos que dan sentido y acercan al conocimiento de la creación de este delicioso postre.
Se sabe que hace 500 años a.C. las poblaciones asiáticas, específicamente los chinos, fueron los que encontraron la forma de guardar el hielo del invierno para poder utilizarlo en verano.
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Pero esto, en realidad sólo fue la continuación o el redescubrimiento de lo que los babilonios, egipcios, árabes y romanos hacían al “refrigerar” algunas sustancias dulces como lo son los zumos de fruta.
Así como también a los griegos les gustaba preparar bebidas frías que contenían limón, miel, zumo de granada y hielo.
El helado florentino
Con el paso del tiempo, este tipo de bebidas fueron modificándose y el helado dejó de producirse en Europa, pero a diferencia de Oriente, pues en este continente tomaban mucha más fuerza.
Los árabes fueron los que llevaron de nuevo esta tradición a Italia. No fue hasta el Renacimiento que comenzó la historia del helado florentino.
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Cuenta la leyenda que los Medicci, promovieron un concurso en el que buscaban al mejor cocinero de la Toscana con la premisa de: “el plato más singular que fuere nunca antes visto” y un hombre florentino, de profesión cocinero, se apuntó en la lista con el nombre de Ruggeri, fue el que ganó el concurso, pues su helado conquistó todos los paladares.
A partir de esto su receta de helado florentino, se volvió muy aclamada por el pueblo y por personas de la realeza.
La realeza y sus gustos
Un político francés de nombre Enrico de Orleans, decidió llevar ante la realeza al cocinero famoso por su helado florentino, con órdenes directas de Catalina de Medicci, pues ella consideraba que él sería el único “pastelero” que podría ganarles a los franceses.
Y así fue, todos los cocineros franceses envidiaron su receta de helado, que consistía en hielo, azúcar y agua perfumada. Pero la hostilidad fue tanta, que Ruggeri decidió regresar a su pueblo, dejando la receta en manos de la corte de la reina y los cocineros franceses, para que así lo reprodujeran las veces que quisieran.
Para el siglo XVI el arquitecto Bernardo Buontaleni, que además de su gran profesión también era un amante de la cocina, se encargó de preparar banquetes para personas que venían de casi toda la región europea, en estas comidas, presentó sus increíbles postres helados que preparaba con una crema sabayón que era a producida a base de yema de huevo, licor y fruta o alguna esencia. Y es así como surge el helado florentino más actualizado y que se sigue consumiendo a pesar del paso del tiempo
¡Si vas a Florencia, no puedes dejar de probar uno de estos helados!