Se dice que lo que importa es el camino, no el destino. Viajar en tren nos ofrece la oportunidad para conocer a los lugareños y aprender más sobre su país y cultura mientras obtenemos consejos sobre los mejores destinos secretos.
Por Alexis Beard.
Mejor aún, el tren nos permite descubrir espacios poco accesibles y de espectacular belleza a los que difícilmente podríamos llegar por otro medio de transporte. Desde la majestuosidad de las montañas en Suiza, hasta las extensas praderas verdes de Escocia con sus lagos y sus colinas o los fiordos en Noruega, gratas sorpresas nos esperan en un recorrido por tren en Europa.
Con más de 75 años de conocimiento en viajes por ferrocarril, Rail Europe ofrece una amplia gama de productos y asistencia al viajero antes, durante y después de nuestro viaje.
Este pase global ofrece viajes ilimitados por tren a través de Europa, pero también va a la milla extra, garantizando ofertas atractivas, incluso cuando reserva en el último minuto. Versátil, se adapta a las necesidades de todos los viajeros, al mismo tiempo que nos da derecho a bonos exclusivos y descuentos en los trenes internacionales de alta velocidad y de noche, de y hacia Francia. Con un pase de Rail Europe, las posibilidades son infinitas.
Fue así que me adentré a las maravillas de la campiña Francesa, descubriendo un mundo entero de hedonismo.
Con los ojos en el cambiante paisaje de la campiña francesa y la mente en la nubes, recorrí este hermoso país. Viajar en tren es mucho más que solo un medio de transporte; es mucho más que sólo trasladarse del punto A al punto B. A través de la ventanilla del tren podemos apreciar los hermosos escenarios de las campiñas, de los pueblos y de esas áreas de las ciudades que no exploraríamos en un recorrido tradicional.
Para descubrir la cuna de los vinos franceses que han inspirado a vinicultores de todo el mundo, los trenes nos llevan a Burdeos, Francia, también conocida por su catedral gótica de Saint André y sus mansiones de los siglos XVIII y XIX.
Muy cerca de Burdeos se encuentra Saint-Émilion, una región formada por verdes colinas, donde se cultivan las uvas con las que se elaboran vinos de renombre. Además de su amor por el vino, la ciudad tiene un importante patrimonio
A unos pasos de la bella ciudad Saint-Emilión y bajo el bello cielo azul de Burdeos se encuentra Chateau Pavie, una de las joyas de esta histórica y vinícola región de Francia.
Chateau Pavie es una de las bodegas más emblemáticas de Bordeaux y de Saint-Émilion, y por la gran calidad de sus vinos ha logrado obtener en diferentes años 100 puntos Parker y en Wine Spectator. Un espacio de belleza donde se busca siempre la perfección, su bodega inspira en mi esa pasión por el vino que ha llevado a Chateau Pavie al estrellato.
Para seguir maravillándonos, es imperdible conocer Carcasona, una impactante ciudad en la cima de una colina del área de Languedoc, famosa por su ciudadela medieval, La Cité, con varias torres de observación y fortificaciones de murallas dobles, que han permanecido en pie desde la época galo-romana.
Descubrir la finca de l’Hospitalet, en el corazón del macizo de Clape y su viñedo cultivado con técnicas de biodinámica en un entorno lleno de paz y en perfecta armonía con la naturaleza – es inigualable. El arte de vivir según Gérard Bertrand en uno que se debe de vivir, descubrir: la riqueza de un terroir, la creatividad de un chef, el confort de una habitación, la emoción de un espectáculo.