Los buñuelos son un delicioso postre que se preparara principalmente en las fiestas decembrinas. Esta preparación, se ha convertido en todo un ícono de la gastronomía mexicana; no obstante, pese a su gran popularidad debemos decirte que no es originario de México. A continuación te contamos acerca del origen e historia de los buñuelos.
Por Scarlette Trejo
El origen del postre
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Existen teorías que asumen los primeros indicios del origen del buñuelo en la antigua Roma. En dicha época, lo que ahora conocemos popularmente como buñuelos era conocido como “puñuelos”, debido a que la masa se preparaba con los puños. La receta original era hecha con aceite de oliva; sin embargo, se fue modificando según el país en donde se le preparara. En el norte de España, durante la permanencia árabe en el país, se acostumbraba a freír bolitas de masa rellenas y posteriormente se les añadía encima miel hirviendo y semillas. Esta receta se popularizó en toda España pues el postre, además de delicioso, era muy fácil de preparar.
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Los buñuelos llegaron a México tras la conquista española. Aquí se le añadieron ingredientes y sabores nuevos, siendo la sustitución de aceite de oliva por manteca el cambio más drástico que sufrió la receta original. Existen algunos recetarios antiguos en donde se muestran recetas de buñuelos de queso, requesón, arroz, pulque, leche y de viento. Incluso Sor Juana Inés de la Cruz escribió algunas recetas de buñuelos para la temporada decembrina en sus recetarios.
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Con el paso del tiempo, el buñuelo pasó de ser un postre relleno a una pieza extendida, tal y como se le conoce hoy en día. En la actualidad este delicioso postre se fríe en aceite y se le acompaña con azúcar y miel de piloncillo o guayaba.
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En México, las panaderías abarrotan sus vitrinas y estantes con gran variedad de formas de buñuelos como el tradicional, que es parecido a una tortilla grande extendida; también se encuentran los buñuelos de viento y los de bolita. Este pan es común encontrarlo principalmente en temporada navideña, aunque también se suelen preparar en días previos a las festividades de Día de Muertos.
El buñuelo se acompaña de bebidas calientes como té, café o atole. Por ser delicioso, este postre se ha ganado un lugar muy especial en las mesas mexicanas. ¿Tú ya lo probaste?
