Por: Amilcar Olicares (@amilcaracol)
Para fortuna de los amantes del mezcal cada día hay más opciones y la industria sigue creciendo. Este líquido es, sin duda, por sus procesos artesanales o ancestrales de producción, considerado uno de los destilados más complejos, suculentos y extraordinarios del mundo, cuyas notas de cata y propiedades organolépticas son de las más ricas y diversas que hay en la actualidad.
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Por ello quiero hablar de uno que me sorprendió recientemente por su potencia, limpieza, complejidad y sabor: Mezcal Las Garrafas “Quetzal”. Su nombre no es fortuito, responde a su aspiración de representar la libertad, misticismo y belleza con la que se asocia a esta ave mitológica considerada una deidad sagrada para algunas de nuestras culturas prehispánicas.
Mezcal Las Garrafas
Cuenta la leyenda que el Quetzal llegó del paraíso como un cometa sin tocar nunca la tierra. Su verde encanto de plumaje exquisito lo hizo ser considerado por nuestros antepasados como el rey de las aves. Magnífico y extravagante. Sus plumas son un tesoro real y un adorno distinguido, y por esta razón hoy en día esta ave mitológica está en peligro de extinción.
Este mezcal, se inspira justo en esa belleza del Quetzal. Se produce en Santiago Matatlán, Oaxaca, realizado por el maestro mezcalero: Juan Carlos Pérez Sánchez. Es un ensamble de agaves Arroqueño y Espadín: del primero obtiene las notas herbáceas y dulces de un buen fermento en tinas de encino; del segundo obtiene un balance perfecto con notas cítricas y agave crudo, muy ligeramente ahumado, que lo hacen único.
Su color es limpio y brillante, producto de una cuidada doble destilación en alambique de cobre que lo han hecho merecedor de la “Medalla de Oro” en el Spirits Conquest de San Francisco, California.
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Además, destaca de este mezcal que, recientemente se unió a los esfuerzos a los que se han sumado diversas personalidades, como Salma Hayek, Maná, Santiago Prieto o Monsieur Periné para apoyar la realización y difusión del documental “Serpiente Emplumada” del director, fotógrafo y antropólogo Ricky López Bruni, que será exhibido en 2019, y cuyo principal propósito es llevar un mensaje de conciencia para preservar la especie del ave Quetzal, hoy en peligro de extinción.
Así que salud por este mezcal que tiene aspiraciones mitológicas y cuyo esfuerzo también se suma a conservar esta ave mítica, el “Quetzal” que inspiró a una de las principales deidades de nuestros Aztecas: “Quetzalcoatl”. ¡Salud!
