¿Un chile en nogada que pese un kilo? Podría parecer una alocada fantasía, pero en nuestro país ha sido realidad durante décadas.
Por Michelle López – @Mich_Lv Imágenes: cortesía
Con un peso promedio de 980 gramos, el chile en nogada del restaurante Don Lázaro, el Viajero, se corona como el más exuberante de Santa María la Ribera y la CDMX. Durante más de 60 años, este espacio se ha sostenido como un negocio familiar en el que abundan las historias y donde los sabores caseros son protagonistas.
Visitar Don Lázaro es como visitar la casa de tu abuela o de la persona en quien más confías. Es fácil sentirse inmediatamente en un hogar: el servicio es cálido y puntual, y si tienes la oportunidad de platicar con doña Natalia, actual dueña, te contará de las frecuentes visitas de Cantinflas y de la generosidad del original Don Lázaro, su suegro, quien llegó a México como refugiado en los años 30 y se fijó como propósito de vida retribuir al país que lo había recibido dando comida y escuela a niños necesitados.
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Esta generosidad se quedó en las paredes, en la cocina, y queda más que evidente en el chile: desde el amplio relleno de carne al cuchillo y fruta hasta la abundante nogada que cubre el chile y en realidad todo el plato, y por supuesto los 250 gramos de granada fresca que rematan el platillo. Puedes disfrutarlo a toda hora y llevártelo a casa para extender por varios días la hazaña de devorarlo. No te confíes, Gourmet: esta misión es para auténticos valientes.
Llegar a un chile de estas dimensiones requiere planeación: doña Natalia, su nuera Elsa y el resto del equipo ponen gran cuidado en la selección de los ingredientes, por tamaño y calidad. La granada es fresca, los chiles generosos, la nuez muy presente, y cuando todo se acompaña con un tarro de tepache no quedan cabos sueltos.
Vale la pena estar prevenido: cualquier plato que pidas se despacha con la cuchara grande y además viene acompañado de aliños y condimentos al por mayor: un tazón de caldo de gallina aparece junto con cilantro, cebolla, dos tipos de salsas, limones, tortillas y pan. Tu comida termina por convertirse en dos, así que conviene llegar con hambre.
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Si quieres embarcarte en esta aventura o compartirla con alguien, aprovecha la temporada durante todo septiembre y haz que la vuelta valga aún más la pena con unas enchiladas o una carne asada. Eso sí, ten siempre presente una de las reglas de doña Natalia: “¡Guarden espacio para el postre, porque no me lo van a despreciar!”
Don Lázaro, El Viajero
Avenida Instituto Técnico Industrial (Circuito Interior) 241, Col. Santa María La Ribera
Lunes a viernes de 9:30 AM a 6:30 PM, sábados y domingos de 9:00 AM a 7:00 PM.