París llegó a la CDMX a través de una nueva faceta: el restaurante y pastelería Ladurée. Establecido en 1862 en la capital de Francia, este lugar ofrece clásicos que se volvieron leyenda en su primera sede mexicana y que ya llegaron a sus más de 125 sucursales en el mundo. Lo probamos. Nos encantó. Mira más abajo qué es lo que debes probar cuando vayas a comer ahí.
¿Por qué ir a Ladurée?
Ladurée tiene dos locaciones que están una al lado de otra. De hecho, por el sentido de las calles, si llegas en auto es muy posible que veas primero la esquina donde se encuentra la panadería y pastelería.
Si es así, entra y fascínate con el mundo de panes, bocadillos y postres que verás en repisas interminables. El estilo arquitectónico y el diseño de interiores te remiten a París de inmediato. Todo, en verde jade.
Luego de darte un paseo por sus vitrinas, sal y camina al lado al restaurante. Se ve muy similar a su local hermano. Es simplemente precioso. Pide una mesa, disfruta del ambiente y pregunta por las sugerencias en la carta.
Acá te van las de nosotros.
¿Qué probar en Ladurée?
La carta tiene muchas opciones que están en todos los Ladurée del mundo. Y eso está increíble, porque realmente estás probando sus platos signature. El chef para México, llamado Luis Osorio, nos contó que en la sucursal de la CDMX incluyó algunas opciones francesas, pero tropicalizadas.
Comienza por las croquetas de cangrejo, así como las de queso con jamón. Un consejo: procura compartir al centro. No solo por el gusto de vivir mucho mejor la mesa, sino también para que puedas probar más cosas. Vale la pena.
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Otra opción para comenzar es la ensalada Ladurée, con hojas verdes, vegetales y una vinagreta dulce. Es la más pedida de la casa. No obstante, la César es una gozada también, porque es de cogollos frescos y lajas completas de queso parmesano.
Los fuertes que no puedes perderte
Para este punto, te recomendamos que pidas un vino para seguir acompañando el viaje por su carta. Todo el personal sabe darte buenas recomendaciones. Nosotros optamos por vino tinto francés. Tienen muchas opciones. Pide la carta de vinos para verlas todas.
Después te sugerimos probar ya sea el robalo, el rib eye y, por favor, la pasta trufada con jamón.
Ésta última es de los platos que el chef Luis pudo adaptar al gusto de los comensales mexicanos. ¿Recuerdas la pasta de coditos con jamón que amabas cuando eras niño? Bueno, pues la de Ladurée es versión ‘para adultos’, con mucha trufa y una cremosidad que de solo recordarla da hambre.
El final dulce y el maridaje que mejor le va
Para el postre, pide ver la bandeja donde tienen todos acomodados con esmero. Nosotros probamos el pastel de limón con merengue italiano, así como la tarta salty con fresas y almendras.
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También hay uno de chocolate, muy clásico francés, un milhojas, éclairs de pistache y de chocolate, así como un cheese cake estilo francés. Una de las joyas entre los postres es el sándwich de fresa entre dos tapas de la masa de macaron. Ésta recta final te la recomendamos con café o con vino espumoso. No sabes qué maravilla.
Cuando termines de comer, te darás cuenta que el buen sabor de boca se mantiene de inicio a fin. Lo mejor: el servicio en piso lo complementa perfectamente. Conocimos al gerente Natzin Díaz y realmente nos hizo pasar una tarde muy agradable. ¡Tienes que vivirlo por ti mismo!
Dónde: Julio Verne 93, Polanco, CDMX.