Por: Raquel del Castillo Foto: Nancy Granados
Pese a sus pasillos llenos de nostalgia, este sitio es una mezcla de los puestos “de siempre” con lo alternativo de los hot dogs de salchicha hecha en casa, de Rijoso, café de método con granos a elegir, o bien, las tapas de jamón serrano y la tabla de quesos a un costado de la vendedora de fruta, quien seguramente conoce a las abuelas del barrio.
Aquí entendí que cada cual tiene su ritmo para llegar; no siempre por despertar más pronto amanece más temprano. Yo llegué a las nueve en punto de la mañana para que no me agarrara el gentío y fue inútil. Encontré torres de tela bien apretadas con mecates, me adentré en los pasillos, escuché el ronroneo de las licuadoras preparando los esquimos matutinos y, muy al fondo, el desliz metálico de los cuchillos de los carniceros afilándose, así como el repiqueteo de las herramientas de los polleros.
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Mientras abrían el puesto de fruta que me gusta, esperé en Passmar disfrutando de una natilla mezclada con espresso. Su barista preparó un café lavado chiapaneco mediante V60, algo raro en un recinto popular. Aun así, cabe recordar que la barra de café instaurada por Salvador Benítez ya casi tiene 20 años.
Entre las compras obligadas están las tortillas nixtamalizadas de doña Esperanza, marchanta que de lunes a domingo, desde muy temprano, arriba con su canasto repleto de delicias de maíz para vender por docena. Y no olvidemos, para la merienda, los muffins rellenos de arándano o queso de la panadería Isa, los cuales son perfectos para regresar a casa con un dejo de dulce nostalgia.
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No te vayas sin visitar
Taquería El Don: Sirve tacos de suadero, maciza, bistec, cecina y lengua de res.
Jura: Tapas y vinos para llevar o comer allí.
Victoria: Desde las clásicas cemitas hasta las especiales con setas o res.
- ¿Dónde? Lázaro Cárdenas / Av. Coyoacán s/n, Del Valle, CDMX