Una de las paradas obligadas del Centro Histórico es y seguirá siendo, hasta el próximo noviembre, el Café Trevi, fundado hace más de 65 años por un inmigrante italiano.
Ubicada a un costado de la Alameda Central, esta cafetería parece estar detenida en el tiempo por su decoración ambientada en los años 50, con taburetes en color rojo y luces neón que anuncian que el establecimiento se encuentra abierto y que ahí se sirven bisquets, uno de los panes preferidos para el desayuno junto al chocolate caliente.
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Sin embargo, en pocos meses esta puerta al pasado deberá desaparecer. Tras una serie de juicios, que duraron más de dos años, se llegó a un supuesto acuerdo entre los dueños del emblemático Café Trevi y los propietarios del edificio de estilo Art Déco.
Conforme medios nacionales, el fideicomiso 2476/2017, administrado por Banca Mifel, deberá pagar 3.9 millones de pesos para indemnizar a cinco locatarios. La mayor parte de ese presupuesto, 2.2 millones de pesos, será entregado al actual dueño de la cafetería, quien deberá desocupar el local a más tardar el 4 de noviembre del año en curso.
Aunque no se conoce con certeza el uso que se le dará al edificio histórico, se especula que podría convertirse en un hotel boutique con comercios y un espacio de coworking.
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