La chef Pati Jinich nos enseña a preparar una tarta de mango Ataulfo, fruta orgullosamente mexicana que es la estrella en esta temporada de calor.
El mango Ataulfo mexicano es mi favorito, se conoce en otros países como mango champaña o miel. Cuando está maduro, tiene un color amarillo dorado, es jugoso, dulce y ligeramente ácido y no es fibroso como otros mangos.
Por Pati Jinich. Imágenes: cortesía.
Como no sabía qué significa su nombre, me puse a investigar un poco. Resulta que fue descubierto y registrado por un hombre llamado Ataulfo Morales, en Tapachula, Chiapas.
Cuenta la historia que Ataulfo encontró algunas de estas frutas en una de sus propiedades y le encantó su dulzura. Ya había otros mangos en México, traídos por los españoles a través de sus rutas comerciales entre México y el Sudeste Asiático, por lo que parece que el mango Ataulfo es el resultado de una mutación natural o proceso de hibridización. El agrónomo Héctor Cano Flores lo popularizó plantando árboles de este mango y diez años más tarde, se realizó el primer proyecto comercial.
Pati Jinich pone a México en las televisiones del mundo
Para cuando yo nací, en la década de los setenta, ya se comía en la Ciudad de México. Chiapas sigue siendo el principal productor y exportador de esta fruta, y ya tiene denominación de origen.
A mis hermanas y a mí, nos encantaban estos mangos y los comíamos de diversas maneras, como en ensaladas de frutas, cubiertos con rompope (el eggnog mexicano), o con limón, sal y chile piquín.
Me volví fan de las tartas de frutas cuando era adolescente. Encontré una receta de una tarta elegante y ligera en uno de los libros de cocina austriacos de mi mamá, que heredó de mi abuela y se convirtió en mi modelo para prepararlas. Preparaba la tarta cada vez que tenía que llevar algo a una cena o fiesta, lo malo es que no llevaba mango y yo sentía que el glorioso mango Ataulfo tenía que estar ahí. Así que lo empece a añadir y poco a poco, el mango empezó a dominar, hasta que hace algunos años, decidí hacer una tarta únicamente de mango. También decidí hacer la costra de nuez, con la tradicional crema pastelera en medio.
Me encanta esta tarta, siento que honra a la joya de la corona: el mango Ataulfo de Chiapas.