Existe una constante batalla acerca de este aderezo. Las personas se dividen en equipos, donde hay unos que la aman por completo. Y los otros que no pueden verla ni en pintura. Pero sabemos que la mayonesa es uno de los elementos que no pueden faltar en la mesa cuando comemos hamburguesas, nuggets o hotdogs (por mencionar algunos). Si eres del equipo que si le gusta, te has preguntado ¿a quien hay que agradecerle el invento de esta maravilla de los aderezos? Aquí te contamos un poco su historia.
Por: Desiree Perea
La creación de un aderezo estrella
El origen de este aderezo blanco con un toque cítrico esta en constante controversia, gracias a dos naciones. A decir verdad, la creación puntual de la mayonesa es un misterio, así que no tomamos partido de alguna versión. Lo que si podemos hacer, es estar agradecidos con cualquiera de los dos, España o Francia. Comenzando por la versión francesa, la historia cuenta un chef francés fue quien llegó a esta receta en 1756. Durante la invasión a la isla española de Menorca, el chef personal del líder francés fue el encargado de poner manos a la obra para crear este aderezo.
La receta incluía huevo y crema, la cual terminó siendo sustituida por aceite de oliva. Para rendir tributo a la victoria del líder, asignó el nombre de ‘mahonnaise’. Ahora, en cuanto a lo que cuentan los españoles, aseguran que una versión antecesora de la mayonesa ya existía en dicha isla. Conocida como ‘allioli‘, una salsa echa a base de ajo y aceite de oliva, sin huevo. Incluso aseguraban que su presencia tenía años de antigüedad, por lo que ya era bien conocida.
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Haz tu propia mayonesa en casa
Hoy en día somos testigo de muchas marcas e incluso versiones de mayonesa. Algunas incluyen pepinillos, chipotle, salsa bbq o combinaciones con kétchup y un toque de mostaza. Pero debes saber que es un producto que bien puedes hacer en casa. Eso sí, el proceso para lograr la consistencia adecuada requiere de importante atención.
De esta manera, la lista de ingredientes es corta. Lo único que necesitas es huevo, aceite, jugo de limón o vinagre y una pizca de sal. Comenzando por la herramienta para batir. Si utilizas una batidora de inmersión, una vez que colocas los ingredientes en el vaso, no debes sacar por ninguna razón las aspas. Pues el retirarla provoca la mayoría de veces que se corte el contenido.
Por otro lado, si utilizas la licuadora, añadir los ingredientes también lleva un orden. Se agregan todos menos el aceite. Comienza el batido de los primeros, y el aceite se agrega de manera continua en hilo, es decir, a través de una caída constante delgada. De esta manera comenzará a tomar la consistencia espesa que conocemos. Recuerda que si haces esta versión casera, la vida útil se reduce, además de que deberá mantenerse en refrigeración desde el primer momento.
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