Desde tiempos prehispánicos hemos visto la influencia del chile en la vida diaria, a la fecha hay muchos hogares donde no se concibe sentarse a la mesa sin chiles curtidos, crudos, en salsa, o aunque sea, el vinagre que a veces los acompaña. Por lo tanto, es momento de dejar olvidada a la llamada “venganza de Moctezuma” y asumir nuestro rol como mexicanos orgullosos de nuestros sabores, pues siendo uno de los principales productores de chile en el mundo, no se podría esperar menos.
Anualmente se producen 2.2 millones de toneladas de chile en nuestro país, que se traducen a 13 millones de pesos para el sector agrícola. Cerca de 900 mil toneladas de chiles frescos, secos y en preparaciones diversas son exportadas al extranjero, donde canadienses, europeos, estadounidenses y latinoamericanos han accedido a probarlo sin temer a quedar enchilados. Es casi un ritual para adentrarse a la cocina mexicana; en los casos que no se le tiene a la mano, se piden salsas para acompañar el resto de los alimentos ordenados, y es que aunque la cocina mexicana siempre ha sido valorada en todo el mundo, actualmente vive un boom que da pie a innovar y a ofrecer variedad.
Chihuahua es el principal estado productor de chile, aportando 562 mil toneladas al año, seguido por Sinaloa y Zacatecas, que en conjunto convierten a México en el segundo productor de chiles a nivel mundial, aportando variedades de chile jalapeño, serrano, poblano, morrón y habanero.
Según cuenta el chef Mauricio Lazcano Camargo del restaurante “Habaneros” en Quintana Roo, el chile habanero se ha convertido en un estandarte de la gastronomía mexicana. Poco a poco, un mayor número de personas le ha perdido el miedo y se animan a probarlo para caer presas de su encanto. Curiosamente, aunque Yucatán es el principal productor de chile habanero, la Denominación de Origen es compartida con Campeche y Quintana Roo, quedando registrado como “Chile Habanero de la Península” desde el 4 de junio de 2010.
¿Cómo concebir a la cochinita sin su salsa de chile habanero? ¿Un septiembre sin chiles en nogada? ¿Sentarnos y pensar en no encontrar salsa? Los mexicanos sabemos que el sabor picante hace que la vida tenga contrastes. El chile siempre ha estado presente, podrían contarse historias y leyendas que lo veneren. Ahora nos toca saborearlo y llegada nuestra muerte, como ofrenda disfrutarlo.
Con información de informador.com.mx y SAGARPA
Por Ingrid Cubas @ingrid_cb