Por sobre todas las cosas, México es un país multicultural. Eso significa que nuestra cultura alimentaria está integrada por muchas otras culturas. Hablamos mucho sobre la cocina purépecha, la maya, la huasteca o la otomí, pero, ¿sabías que hay una cocina étnica binacional?
Por: Ava García Lee
Los kikapú son eso: una etnia binacional, habitan tanto en Estados Unidos, en las reservas de Oklahoma, Kansas y Texas como en México, en el ejido de El Nacimiento, en Coahuila, y en algunos municipios de Sonora y Durango. Su historia es dura y atropellada.
Antes de la llegada de los españoles, estaban asentados al noreste de los actuales Estados Unidos, y su estilo de vida era semi sedentario. Vivían de la caza, la recolección de frutos silvestres y, de repente, del cultivo de maíz y frijol. Esos productos siguieron figurando en su alimentación por siglos.
Con el paso del tiempo, los kikapú se vieron obligados a desplazarse hacia México –específicamente con la llegada del ferrocarril-. Entonces el gobierno mexicano les concedió un pedazo de tierra en Coahuila, para que pudieran hacer ahí sus asentamientos, a cambio de defender la frontera de los “indios bárbaros”, es decir, los apaches y los comanches.
Hoy, los kikapú pueden habitar tanto en El Nacimiento como en las reservas que hay para ellos en Estados Unidos. Hasta hace unos años, su alimentación consistía en lo que daba la tierra: algunas frutas pero, por la sequía de la región, no se podían confiar en ellas. Sólo se dan bien los nogales, que los kikapú comenzaron a cercar para protegerlos de los animales. Además consumían animales salvajes como conejos, liebres, ardillas, venados y cabras.
Hasta hace unos años también se alimentaban de oso y búfalo, pero ahora esas dos especies están casi extintas en la zona. Usaban el maíz para preparar pozole; para ellos, es una bebida de maíz tostado y diluido con agua; también acostumbraban una preparación de carne fresca o seca con agua, granos de maíz, grasa animal, harina de trigo y frijol; a esto le llamaban takuanje.
Los quetatei eran unos panes de harina de trigo y maíz, fritos con sal en el comal. Y las tortillas, como en el resto de la región, las acostumbraban de harina.
Ahora, y por el intercambio cultural que se genera cuando los kikapú viajan a Estados Unidos, la alimentación ha cambiado: ya acostumbran estar más cerca del fast food que del maíz o del frijol. Pero, en realidad, esa es la naturaleza de la cultura alimentaria y, sobre todo, de la alimentación kikapú. Su nombre significa “los que andan con la tierra”. Con el paso del tiempo, siguen siendo
fieles a su tradición semi sedentaria, y siguen alimentándose de lo que les da la tierra.