Existen ingredientes que no solo nos gustan y son deliciosos, también nos nutren y hasta pueden ser curativos. Es el caso del aceite de oliva.
Por Roxana Zepeda. @TastyToursMX
Se han hecho diversos trabajos científicos sobre la lucha contra el cáncer con descubrimientos de las propiedades de ingredientes en nuestra dieta.
Un componente del aceite de oliva extra virgen es capaz de matar las células del cáncer sin dañar las células sanas del ser humano. Esto, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey Estados Unidos y del Hunter College de Nueva York.
Este componente es el “oleocantal” (o fenoles), un compuesto orgánico natural aislado del aceite de oliva extra virgen responsable de su particular sabor ligeramente picante o amargo.
Los expertos descubrieron que las propias enzimas de “oleocantal” matan la célula cancerosa mediante la ruptura de las vesículas que almacenan los residuos de la célula.
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Investigadores a favor del consumo de aceite de oliva
Eduard Escrich, quien es investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona y lleva más de 30 años estudiando las propiedades del aceite de oliva, defiende su consumo frente a otros aceites de semilla. Dice que se trata de un producto que previene el cáncer de mama y afirma que este ingrediente reduce el avance de tumores malignos.
El investigador Javier Menéndez, director del grupo de Metabolismo y Cáncer del Instituto Catalán de Oncología, también subraya que su consumo, dentro de una dieta adecuada, sí se ha asociado a un menor riesgo de cáncer de mama.
Por su parte, Investigadores del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén y del Centro de Estudios Avanzados en olivar y aceite de oliva, también hablan de sus propiedades. Demostraron que las dietas altas en grasa de aceite de oliva extra virgen, causa un cambio en la flora bacteriana intestinal relacionado con la prevención del cáncer colorrectal.
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Otras propiedades del aceite de oliva
El aceite de oliva es uno de los ingredientes básicos de la dieta mediterránea y tiene muchos beneficios para la salud, especialmente en el control del colesterol y como antioxidante.
Al igual que las aceitunas, el aceite de oliva alivia las molestias vesiculares y su antioxidante “oleocantal” tiene efectos antinflamatorios comparables a los del ibuprofeno.
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Además, se ha comprobado que los efectos positivos más conocidos de este aceite están relacionados con el sistema cardiovascular. Incluso hay evidencias científicas que avalan su uso en la prevención y tratamiento de enfermedades neurodegenerativas crónicas, por lo que este ingrediente es bueno para tu cerebro.
Un equipo de investigadores del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba realizó un estudio importante. En él, demostraron que el aceite de oliva presenta un efecto protector contra diferentes enfermedades al reducir los procesos inflamatorios. También en enfermedades relacionadas con la coagulación sanguínea, cardiovasculares, de estrés oxidativo, del metabolismo y el transporte de lípidos.
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Su uso en la cocina
En frío, el aceite de oliva extra virgen se usa para hacer aderezos y aliños de ensaladas o refinar sopas que puedes realzar su sabor al servirlas.
También se usa para aromatizar platos de verdura crudos o cocidos, carnes, guisados, cereales, masas o quesos.
Es uno de los ingredientes principales del pesto, la tapenade y otras recetas mediterráneas para untar o marinar carnes.
Además, se pueden elaborar con él aceites especiados o con hierbas aromáticas. Solo elige las que más te gusten (romero, pimienta, ajo u otras especias) y déjalas reposar en frascos de aceite de oliva para darle más sabor a tus platillos.
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Este aceite también es un elemento importante para elaborar conservas. Puedes preparar ajos, cualquier tipo de hongos, jitomates deshidratados, aceitunas, queso curado, pimientos, alcachofas, zanahorias, cebollitas o berenjenas. El secreto es macerarlas en este ingrediente con un poco de sal, pimienta y orégano. Con esto, puedes crear una tapa, una entrada o el típico antipasto italiano.
Este aceite tiene un punto de humeo de 180 °C, lo que hace que también sea perfecto para saltear y freír. Sin embargo, si sobrepasa esa temperatura, el calor destruye la mayoría de sus propiedades y sustancias antioxidantes.
