La tradición e historia de Glenfiddich inicia cuando William Grant, un intrépido visionario, concretó el sueño de su vida la Navidad de 1887, fecha en la que extrajo la primera gota de lo que se convertiría en el Single Malt más premiado del mundo, producto de una destilación en alambique de cobre; lo nombró Glenfiddich en honor al terruño donde se levanta la destilería: el “Valle del ciervo”.
La esencia de Glenfiddich reúne agua proveniente del manantial Robbie Dhu, aire de los silentes prados y cebada malteada. Estos tres elementos continúan fusionándose con maestría para elaborar el extraordinario Single Malt.
También ve: Las mujeres también sabes de whisky
Glenfiddich 12 y 15 años
Para honrar su espíritu innovador, las dos gamas insignia de Glenfiddich 12 y 15 años presentan nuevo diseño que resalta una “V” claramente definida en la botella y que alude al “Valle de los ciervos”, biselada en la cara frontal para dar un perfil más vanguardista; además del icónico símbolo del ciervo se aprecia al centro. En tanto, la firma de William Grant luce en la tapa de la botella.
También ve: El ritual de beber whisky con ostiones para sentirte cerca del océano
El clásico Glenfiddich 12 años, ahora lleva el nombre de Our Original Twelve, como un guiño a la juventud de este whisky que se madura en barricas de jerez oloroso, bourbon y roble durante al menos 12 años, para dar un equilibrio esplendoroso. A la nariz destacan notas de pera fresca y sutil roble, refrescantemente ricas y complejas.
Mientras que Glenfiddich 15 años toma el nombre de Our Solera fifteen por ser el Single Malt pionero, que desde 1998 utiliza el sistema de solera para su maduración en barricas de jerez, bourbon y barricas nuevas de roble; siempre mantenido al menos la mitad del sistema de solera para crear un whisky armonioso con capas profundas de especias cálidas, miel y fruta que dan sutileza exquisita para hacerlo más complejo.