Sazón ha vuelto. Y lo ha hecho con todo el sabor, la calidez y la experiencia que lo han convertido en un punto imperdible para los amantes de la cocina mexicana. Dentro de Casa de Sierra Nevada, este espacio culinario renace como un lugar donde la tradición, el conocimiento y el placer de cocinar se fusionan.

Un reencuentro con los sabores de México
Fuimos invitados a vivir de primera mano la reapertura de Sazón. Desde el primer momento, la experiencia nos envolvió. La propuesta no es solo una escuela de cocina. Es una vivencia gastronómica, cultural y profundamente humana. La pasión del chef Rubén Yáñez se siente en cada clase y en cada ingrediente seleccionado con cuidado.
Las clases están diseñadas para todos los niveles. No importa si eres principiante o cocinero aficionado. Aquí, el aprendizaje es práctico, dinámico y eso sí, muy sabroso. Se enseñan técnicas modernas y recetas tradicionales, pero sobre todo se transmite amor por la cocina mexicana.

Del mercado a la cocina
Cada sesión comienza con un recorrido por el mercado local de San Miguel de Allende. Guiados por el chef, los asistentes exploran pasillos llenos de aromas, colores e historias. Se conocen ingredientes como el chile chilhuacle, el requesón de rancho o las garambullas. También se conversa con productores locales y se aprenden secretos que no están en los libros.
Después, el grupo se traslada a la cocina de Sazón. Ahí, todo está listo para la acción. Utensilios, ingredientes frescos, y por supuesto, las ganas de cocinar. Los participantes preparan platillos típicos que van desde salsas en molcajete hasta moles o guisos con maíz y frijol. La clase concluye con una comida compartida. Porque cocinar y comer juntos siempre sabe mejor.
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Detalles que importan en Sazón
Las clases duran tres horas. Se imparten todos los días, a las 11:00 a.m. y a las 3:00 p.m. Los grupos son pequeños, de máximo 10 personas. Esto permite atención personalizada y un ambiente muy amigable. Se requiere reservación previa, y también se pueden pedir clases privadas, perfectas para celebraciones o viajes en grupo.

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Más que una clase, una conexión
Al final, lo que nos llevamos no fue solo una receta. Fue una conexión con la cultura, con los ingredientes y con las personas. Sazón nos recordó que cocinar puede ser un acto de encuentro, de amor y de reconexión.
Y si estás en San Miguel de Allende, no lo dudes: reserva tu clase, ponte el mandil y vive la cocina mexicana como nunca antes.
IG: @belmondcasadesierranevada