Las distintas zonas de la República Mexicana presumen grandes creaciones culinarias. Esta vez, nos centramos en la zona del Bajío, una parte del territorio mexicano donde encuentras grandes opciones para consentir al paladar. Las pacholas son un platillo tradicional mexicano con raíces profundas en la historia y la cultura del país. Este nota te contamos sobre la anatomía de esta preparación. Desde su origen hasta las versiones alternas que se preparan en distintos estados.
Por: Desiree Perea
Así se preparan las pacholas tradicionales
Pueden confundirse con milanesas tradicionales; sin embargo, aquí encontramos la primer diferencia. Las auténticas pacholas no suelen empanizarse, aunque sí van fritas. Esta receta es realmente antigua, también se conoce como ‘carne de metate’. De hecho, durante la época prehispánica, la carne solía molerse y mezclarse con distintas especias con ayuda del metate.
Las pacholas pueden prepararse carne molida de res o cerdo (incluso una mezcla de ambas). La carne se sazona con especias como orégano, canela, sal, ajo y cebolla en polvo. A esta lista de ingredientes se agrega huevo y pan. Estos dos elementos funcionan como pegamento para poder armar las ‘milanesas’.
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Una vez que está lista la mezcla de carne, es necesario formar pequeñas bolitas que después se aplastan para lograr una porción carne plana. Esta misma se fríe hasta lograr una pieza de carne ligeramente firme y crujiente.
En cuanto a la forma de servir las pacholas, realmente no existe una sola respuesta. Pues esto depende del lugar donde las preparen. Eso sí, puedes considerarlas sin problema como una opción de plato principal. La técnica de fritura debe ser perfecta, para lograr una pieza de carne crujiente más no dura; además, debe mantener ciertos jugos en interior para lograr una buena textura.
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Un platillo por el que pelean diferentes estados
Las pacholas tienen su origen en la región del Bajío; particularmente en los estados de Jalisco, Guanajuato y Michoacán. Cada uno pelea por ser el lugar de nacimiento. Sin embargo, no hay razón para hacer de esto una discusión a lo grande; pues cada lugar presenta una versión única para conocer sobre la cocina local.
Por ejemplo, en Jalisco, las pacholas suelen prepararse con una mezcla de carne de res y cerdo, lo que les da un sabor más rico y jugoso. Además, es común añadir chiles secos molidos a la mezcla, proporcionando un toque picante.
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Por otra parte, en Guanajuato se preparan con carne de res sazonada con comino y clavo, lo que les da un sabor especiado y aromático. A veces, se acompañan con frijoles refritos o puré de papa como guarnición clásica.
Finalmente, en Michoacán es común añadir cilantro fresco y un toque de limón a la mezcla de carne, proporcionando una frescura que contrasta con el sabor de la carne. También es frecuente acompañarlas con hojas de lechuga fresca y salsa picante.
De esta manera, las pacholas son un platillo que encapsula la rica historia y la diversidad de la gastronomía mexicana. Desde su origen en el Bajío hasta las variaciones regionales, este platillo sencillo pero delicioso continúa siendo una parte importante de la cocina mexicana.
