El pollo a la naranja es un platillo icónico que combina lo mejor de los sabores dulces y cítricos. Una receta que genera controversia por la fusión de sabores. Este plato es asociado comúnmente con la cocina asiática, sin embargo, ahí no es tan popular. La propuesta logró enamorar a los paladares en occidente.
Desde sus raíces culturales hasta sus interpretaciones modernas, el pollo a la naranja es una receta versátil que merece un lugar destacado en cualquier repertorio culinario. En esta nota, te contamos sobre el origen y anatomía que hacen único a este platillo.
Por: Desiree Perea
El pollo a la naranja no es de China
Aunque el pollo a la naranja suele asociarse con la gastronomía china, la realidad es que esta receta no nació precisamente ahí. La historia más popular sobre su creación le da crédito al chef Peng Chang-kueien, quien llegó a la receta final en Taiwán. Aunque en China ya existía una versión similar (hecha con carne de cerdo y notas picantes predominantes), la propuesta taiwanesa fue la que logró enamorar a los paladares internacionales.
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Sin importar que su creación está en Asia, el pollo a la naranja realmente no es tan popular dentro del contienen como se creería. De hecho, actualmente es considerado más un platillo de la cocina asiática que se adoptó en occidente. Su popularidad en Estados Unidos se dió en la década de los setenta, especialmente gracias a cadenas de comida rápida de estilo asiático. Esta versión adaptó los sabores para complacer al paladar local, enfatizando el dulzor de la salsa y reduciendo el picante.
¿Qué hace irresistible a esta receta?
Antes de profundizar en los ingredientes, es importante mencionar que el pollo a la naranja es una receta que implica varias preparaciones. Desde un el marinado del pollo, hasta una fritura perfecta; si cada uno de los elementos dentro de esta receta se ejecutan de buena manera, hacen toda la diferencia.
- Pollo:
Se suele usar pechuga o muslo deshuesado, ya que son cortes fáciles de manejar y absorber bien los sabores de la salsa.
- Naranja:
La naranja aporta un sabor fresco, dulce y ácido. Se utiliza tanto el jugo como la ralladura para intensificar el perfil cítrico del plato.
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- Salsa de Soya:
Añade profundidad y el característico toque umami.
- Jengibre y Ajo:
Estos aromáticos dan una base fragante y ligeramente picante a la salsa.
- Azúcar o Miel:
Se utiliza para equilibrar la acidez de la naranja y resaltar el dulzor.
- Vinagre de Arroz:
Aporta acidez adicional y balancea el dulzor de la salsa.
- Maicena:
Es fundamental para espesar la salsa, así como para lograr una textura brillante y sedosa con buena cobertura.
Así, el pollo a la naranja es mucho más que un simple platillo; es una experiencia culinaria que combina tradición, innovación y una mezcla irresistible de sabores. Ya sea que le des oportunidad la versión clásica o propuestas contemporáneas, la versatilidad de este plato permite acompañarlo con arroces, pasta y hasta con ensaladas.
