Si eres un amante de la cocina japonesa, seguro has oído hablar del panko. Esta alternativa del pan molido tradicional ha ganado popularidad mundial en los últimos años. ¿Pero qué lo hace tan especial? En esta nota, te contamos todo sobre el panko; desde sus orígenes hasta cómo puedes usarlo para llevar tus recetas al siguiente nivel. Con su textura crujiente y ligera, este ingrediente japonés se ha convertido en un favorito tanto para chefs como para cocineros caseros.
Por: Desiree Perea
¿Por qué el panko es diferente al pan molido tradicional?
El panko es un tipo de pan rallado que se originó en Japón, conocido por su textura ligera y crujiente. En cuanto a su anatomía, la principal diferencia se encuentra es que aquí se utiliza el pan de caja sin orilla; logrando un color blanco por completo. Asimismo, a diferencia del pan rallado tradicional, que tiende a ser más compacto, el panko tiene una estructura de migas más grande y aireada, lo que le da a los alimentos un crujido extra sin absorber demasiado aceite.
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Por otro lado, el proceso para obtener este ingrediente japonés, también es diferente. Mientras que el pan tradicional se procesa en seco; para el panko, el pan se ralla cuando aún está fresco y posteriormente se seca. También vale la pena destacar que el panko tiene varias características que lo hacen destacar. Entre ellas, se incluyen:
- Textura ligera y aireada: Le da a los alimentos una textura crujiente pero sin resultar pesada.
- Menor absorción de aceite: Debido a su estructura, lo convierte en una opción más saludable para empanizar y freír.
- Color dorado uniforme: Cuando se fríen alimentos con panko, se obtiene un dorado uniforme y apetitoso que mejora la presentación de los platos.
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Versatilidad que lo mantiene como ingrediente favorito en la cocina contemporánea
El panko es increíblemente versátil, por lo que vale la pena experimentar con el en casa. El uso más común del panko es para empanizar alimentos. La textura crujiente lo convierte en la opción ideal para empanizar pollo, pescado, cerdo y mariscos. El tonkatsu o el pollo katsu son ejemplos tradicionales de cómo se utiliza en la cocina japonesa.
Pero más allá de estas recetas, el panko puede sustituir al pan rallado tradicional en prácticamente cualquier receta de empanizados. Otra opción que funciona es para cubrir verduras y servirlas como botana. También puedes optar por espolvorear panko sobre pastas como macarrones con queso antes de hornearlos; así, es posible jugar con las texturas en un solo platillo.
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Finalmente, aunque no es muy común, el panko también se puede utilizar en recetas de postres. Puedes tostarlo con un poco de azúcar y canela para utilizarlo como un topping crujiente en postres como tartas de frutas o helados. Al no requerir una preparación especial, este ingrediente está listo para ser usado directamente desde el paquete.
El panko ha demostrado ser mucho más que un simple pan rallado. Su versatilidad, textura crujiente y ligereza lo convierten en un ingrediente imprescindible en la cocina moderna. Ya sea que lo uses para empanizar en recetas saladas o incluso en postres, el panko añade un toque especial a cualquier platillo. Con sus múltiples beneficios, es el complemento perfecto para aquellos que buscan llevar sus habilidades culinarias al siguiente nivel.