El english breakfast, o desayuno estilo inglés, es una de las tradiciones culinarias más emblemáticas del Reino Unido. Este festín matutino se caracteriza por su variedad de platos contundentes y sabrosos que te llenan de energía para afrontar el día. Aunque para algunos puede ser algo pesado, en esta nota te contamos sobre su origen y cómo se prepara.
Por: Desiree Perea
El símbolo de hospitalidad que representa el ‘english breakfast’
Este platillo no deja espacio libre en el plato sin alimentos. El english breakfast tiene sus orígenes aproximadamente en el siglo XV. La receta original se mantuvo mucho tiempo exclusivamente dentro de la nobleza. Pues esta clase social era la que podía acceder a la variedad de ingredientes que se incluyen en esta preparación.
Si bien el desayuno es considerado como la comida más importante del mundo, durante ese momento lo tomaban de manera seria. De esta manera, la clase alta inglesa disfrutaba de un desayuno abundante antes de comenzar sus actividades diarias. El english breakfast es una fuente de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
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Es por eso que aporta energía para rendir durante el día y hasta el momento que llega la hora del almuerzo. Más allá de este beneficio, el english breakfast se consideraba una muestra de aprecio y hospitalidad. Ya sea que la nobleza tuviera reuniones en mansiones propias o casa de descanso, el tema de comida no era limitado.
De esta forma, se ofrecía este gran desayuno para no dejar ir a los invitados con el estómago vacío. Con el paso del tiempo, este hábito se extendió a todas las clases sociales. Incluso llegó a las clases trabajadoras. Donde los hombres requerían de una abundante carga de proteína. Así podrían desempeñarse en las largas jornadas.
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¿Cuáles son sus componentes?
Ahora, si lo que quieres es preparar el clásico english breakfast en casa, nos adentraremos en los ingredientes que lo comprenden. Toma en cuenta que se requiere cocinar diferentes ingredientes al mismo tiempo. De esta manera, todos llegarán al plato calientes. Si bien es posible encontrar alternativas, no hay nada como probar la receta original por primera vez.
En primer lugar, se incluye uno o dos huevos fritos, donde el término se decide en cuanto a gustos personales. Por otro lado, un extra de proteína lo aportan los frijoles cocidos. Deben estar suaves y se sirven acompañados de un poco de caldo. La parte grasa viene con tocino y salchichas a la plancha. Asimismo, se incluye una porción de vegetales, los que no pueden faltar son jitomate y champiñones.
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Si quieres darles un mejor sabor, puedes saltearnos con un poco de la grasa que libera el tocino. Para complementar, no puedes olvidar el pan de caja sí o sí debe estar tostado. Existen alternativas del english breakfast donde se agregan otros vegetales como brócoli, coliflor o espárragos. En cuanto a bebidas, suele acompañarse con té, jugo de fruta o bien, café.
El english breakfast es una deliciosa y nutritiva opción para comenzar el día. Con una amplia variedad de sabores y texturas en un mismo plato. Este festín matutino te llenará de energía, para darle un cambio al menú por las mañanas.
